25/10/2018, 22:44
—He hecho todo lo que se ha pedido de mí, he intentado ser lo mejor persona posible, pero, ¿sabes qué? Al parecer contigo no he sido ni la mínima parte de lo que he pretendido ser, o al menos eso parece. Pero que sepas que tú, ahora mismo, también me has hecho daño, y si por una vez en tu vida fueses consciente de lo mucho que me importas y la razón de por qué soy tan estricta contigo, te darías cuenta de la verdad.
No solo se hace la victima sino que intenta irse antes que yo. Obviamente la detuve agarrándola del brazo otra vez.
— No me puedo creer que me digas esto. A mi. Yo, Eri, siempre te he defendido, no he dudado de ti ni un instante, y tú, a la primera oportunidad que has tenido, has preferido ponerte de parte de un kuseño que de la mía. ¡Esa gente nos atacó, Eri! A Datsue, a mi, a todos los que estábamos intentando detener la locura en el estadio. ¡Y tú le defendiste por encima de mi! ¿Que te he hecho daño? ¿Yo a ti?
Estaba empezando a alterarme, los ojos me traicionaban, no podía creerme que estuviese discutiendo con Eri.
— Primero me dejaste tirado en el estadio para salvar a una chica de Amegakure, que más tarde no hizo más que traernos problemas, pero lo entendí, era por salvar la villa. ¡Pero lo de Juro! ¿¡Estoy siquiera por encima de alguien o de algo en tu lista de confianzas!?
La solté y la miré. No sabía qué decir ni qué hacer ya.
No solo se hace la victima sino que intenta irse antes que yo. Obviamente la detuve agarrándola del brazo otra vez.
— No me puedo creer que me digas esto. A mi. Yo, Eri, siempre te he defendido, no he dudado de ti ni un instante, y tú, a la primera oportunidad que has tenido, has preferido ponerte de parte de un kuseño que de la mía. ¡Esa gente nos atacó, Eri! A Datsue, a mi, a todos los que estábamos intentando detener la locura en el estadio. ¡Y tú le defendiste por encima de mi! ¿Que te he hecho daño? ¿Yo a ti?
Estaba empezando a alterarme, los ojos me traicionaban, no podía creerme que estuviese discutiendo con Eri.
— Primero me dejaste tirado en el estadio para salvar a una chica de Amegakure, que más tarde no hizo más que traernos problemas, pero lo entendí, era por salvar la villa. ¡Pero lo de Juro! ¿¡Estoy siquiera por encima de alguien o de algo en tu lista de confianzas!?
La solté y la miré. No sabía qué decir ni qué hacer ya.
—Nabi—