27/10/2018, 22:03
— Pero seguiré intentando colaborar para que vuelva la paz, no voy a renunciar a mis amigos, aunque no cuente con vuestro apoyo.
Cesé todo contacto con Eri y la miré directamente a los ojos con una expresión sombría. Ya sabía que no la iba a convencer, pero sus palabras resonaron en todos los recovecos de mi cráneo.
¿Amigos? ¿Fuera de la villa? Esa palabra no existía en el diccionario de Amegakure, y en el de Kusagakure significaba tan poco que era poco menos lo mismo. ¿Acaso había dudado Juro en tacharlos de traidores al Pacto? A ellos, la villa de Shiona. ¿Acaso algún amenio había hecho siquiera algo a favor de Uzu? Claro que no, siempre con el ansia de poder y las ganas de obtenerlo por la fuerza.
— ¿Qué amigos, Eri?
Le pregunté directamente. ¿Quien había ahí fuera que valiese la pena tanto? ¿Valía la pena arriesgar toda su villa por ellos? Siempre había pensado que el inconsciente era yo, pero Eri me acababa de dar una patada impresionante en el ranking. Y Datsue era el rey indiscutible de ese ranking, así que ahora estaba en la posición de descenso. A lo mejor, incluso acababa siendo el único cuerdo.
Cesé todo contacto con Eri y la miré directamente a los ojos con una expresión sombría. Ya sabía que no la iba a convencer, pero sus palabras resonaron en todos los recovecos de mi cráneo.
¿Amigos? ¿Fuera de la villa? Esa palabra no existía en el diccionario de Amegakure, y en el de Kusagakure significaba tan poco que era poco menos lo mismo. ¿Acaso había dudado Juro en tacharlos de traidores al Pacto? A ellos, la villa de Shiona. ¿Acaso algún amenio había hecho siquiera algo a favor de Uzu? Claro que no, siempre con el ansia de poder y las ganas de obtenerlo por la fuerza.
— ¿Qué amigos, Eri?
Le pregunté directamente. ¿Quien había ahí fuera que valiese la pena tanto? ¿Valía la pena arriesgar toda su villa por ellos? Siempre había pensado que el inconsciente era yo, pero Eri me acababa de dar una patada impresionante en el ranking. Y Datsue era el rey indiscutible de ese ranking, así que ahora estaba en la posición de descenso. A lo mejor, incluso acababa siendo el único cuerdo.
—Nabi—