3/11/2018, 01:38
Datsue alzó una ceja, sorprendido. De donde él venía, cuando se acercaban los festivales los mercaderes y hosteleros subían precios para aprovecharse de los turistas y llevarse más dinero al bolsillo. En aquel hotel, sin embargo, parecía ser al contrario. O eso decía la encargada, al menos. «¿Setenta y cinco ryos? Joder, ¡es una salvajada! Bueno, por cinco días está muy bien, pero coño, para una sola noche….»
—Es que yo solo estoy de paso. Estaría una noche nada más… ¿Por cuánto un día? —insistió. Le parecía una locura pagar tanto por una sola noche. Respecto a la bebida, pensaba decirle lo mismo que a todos: si tenía edad suficiente para matar, también para beber. Pero luego cambió de idea—. Creo que podré tolerarlo —respondió con optimismo.
Fue entonces cuando las primeras notas del piano llegaron hasta sus oídos. El Uchiha se dio la vuelta, apoyando la espalda contra la barra. «El muy mamón… ¡pero si canta mejor que yo!» Sorprendido, se dejó se llevar por la música. Era dramática, una de esas que a él tan poco le gustaban. Porque solían traerle recuerdos tristes… como le estaban trayendo en aquel momento.
Inevitablemente, sintió como si esa canción estuviese narrando su historia. Y la de Aiko. Pero en lugar de desamor, eran los amejines quienes les impedían estar juntos. Y en lugar de querer olvidarse de ella por despecho, lo hacía por querer seguir viviendo. Porque sabía lo que significaría si iba tras ella. La guerra, quizá su propia muerte.
—¿Riko? —preguntó de pronto, al verle acercársele. Se restregó rápidamente los ojos con el dorso de la mano, antes de que llegase hasta él. Carraspeó. Dos veces—. Ey, ¿qué pasa tío? ¿No cuajó la cosa? ¿O…? —Que no le dijese que la había dejado él, ¡que le mataba!
—Es que yo solo estoy de paso. Estaría una noche nada más… ¿Por cuánto un día? —insistió. Le parecía una locura pagar tanto por una sola noche. Respecto a la bebida, pensaba decirle lo mismo que a todos: si tenía edad suficiente para matar, también para beber. Pero luego cambió de idea—. Creo que podré tolerarlo —respondió con optimismo.
Fue entonces cuando las primeras notas del piano llegaron hasta sus oídos. El Uchiha se dio la vuelta, apoyando la espalda contra la barra. «El muy mamón… ¡pero si canta mejor que yo!» Sorprendido, se dejó se llevar por la música. Era dramática, una de esas que a él tan poco le gustaban. Porque solían traerle recuerdos tristes… como le estaban trayendo en aquel momento.
Inevitablemente, sintió como si esa canción estuviese narrando su historia. Y la de Aiko. Pero en lugar de desamor, eran los amejines quienes les impedían estar juntos. Y en lugar de querer olvidarse de ella por despecho, lo hacía por querer seguir viviendo. Porque sabía lo que significaría si iba tras ella. La guerra, quizá su propia muerte.
—¿Riko? —preguntó de pronto, al verle acercársele. Se restregó rápidamente los ojos con el dorso de la mano, antes de que llegase hasta él. Carraspeó. Dos veces—. Ey, ¿qué pasa tío? ¿No cuajó la cosa? ¿O…? —Que no le dijese que la había dejado él, ¡que le mataba!
![[Imagen: ksQJqx9.png]](https://i.imgur.com/ksQJqx9.png)
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado