3/11/2018, 02:39
—El mismo. Esa es la tarifa regular, sólo que por las festividades de temporada ampliamos el tiempo de estadía a cinco. El resto del año no podemos darnos el lujo de cobrar poco ante la poca afluencia de visitantes, pero por ser una ocasión especial tenemos ambas ofertas— Contestó reacia a ceder. —Y antes de que pienses en largarte a buscar a otro lado, déjame decirte que dudo que encuentres mejor precio que con nosotros— sonrió victoriosa.
El joven de Amegakure llegó entonces a sentarse en uno de los taburetes, atreviéndose a levantar un pie y apoyarlo sobre otro de los asientos vacíos de a la par mientras el recostaba uno de sus brazos en la barra.
—Sale un tequila de la casa y un batido entonces, ahora regreso— Dejó el tarrón en el estante con el resto de la cristalería mientras se disponía a preparar las bebidas.
Rōga por su lado no pudo evitar parar la oreja cuando el muchacho del mohicano llamó su atención, elogiándole por su demostración. "¡Alguien con buenos gustos, joder!" Aquello no hacía mas que elevar el ego del de cabellos azulados, quién henchido de orgullo volteó a donde estaban los dos genin de Uzushiogakure.
—¿Heh? ¡Gracias!— Sonrió, mientras sus ojos brillaban de inspiración. —A decir verdad aún me falta practicar, pues no es un ritmo al que la gente esté totalmente acostumbrada. Me gustaría ser exponente de una nueva clase de arte, qué escuchen realmente el mensaje que quiero transmitir. Aunque, well, las tres grandes aldeas no se construyeron en un día. Realmente, si quiero labrarme fama componiendo cosas tengo aún mucho por aprender, y muchas piedras en el camino para patear—. Cerró los ojos, imaginándose con su guitarra en frente de un gran concierto. La fama se le antojaba tentadora, aunque por su propia labor como shinobi sabía que era bastante complicado intentar manejar ambas cosas a la vez.
El joven de Amegakure llegó entonces a sentarse en uno de los taburetes, atreviéndose a levantar un pie y apoyarlo sobre otro de los asientos vacíos de a la par mientras el recostaba uno de sus brazos en la barra.
—Sale un tequila de la casa y un batido entonces, ahora regreso— Dejó el tarrón en el estante con el resto de la cristalería mientras se disponía a preparar las bebidas.
Rōga por su lado no pudo evitar parar la oreja cuando el muchacho del mohicano llamó su atención, elogiándole por su demostración. "¡Alguien con buenos gustos, joder!" Aquello no hacía mas que elevar el ego del de cabellos azulados, quién henchido de orgullo volteó a donde estaban los dos genin de Uzushiogakure.
—¿Heh? ¡Gracias!— Sonrió, mientras sus ojos brillaban de inspiración. —A decir verdad aún me falta practicar, pues no es un ritmo al que la gente esté totalmente acostumbrada. Me gustaría ser exponente de una nueva clase de arte, qué escuchen realmente el mensaje que quiero transmitir. Aunque, well, las tres grandes aldeas no se construyeron en un día. Realmente, si quiero labrarme fama componiendo cosas tengo aún mucho por aprender, y muchas piedras en el camino para patear—. Cerró los ojos, imaginándose con su guitarra en frente de un gran concierto. La fama se le antojaba tentadora, aunque por su propia labor como shinobi sabía que era bastante complicado intentar manejar ambas cosas a la vez.