3/11/2018, 16:49
Mientras el tabernero escupía el dato, Kaido acabó su plato. Lo deslizó sutilmente a través de la barra y permitió que se lo retirara. Entonces se chupó los dientes, y elevó una mirada incrédula hacia Bjowl en cuanto éste le soltó lo que probablemente fuera los intereses derivados de aquella información.
Kaido bufó.
—Y yo quiero una puta mansión, con mujeres y muchísimo billete. No te jode —Kaido no movió ni un músculo salvo para hablar. Sabía que ahora más que nunca tenía que ser prudente, por eso de no ganarse enemigos antes de tener al menos un buen par de aliados—. poco vale que me tires un lugar y ya está. Necesito el nombre, un contacto y si voy referido por quién. Sólo entonces hablaremos de porcentajes, y ve olvidándote de cascarme la mitad del jodido sueldo. Estoy pensando más bien en un quince, y porque me caes bien.
Su mano, tambaléandose sutilmente por los linderos de nokomizuchi, bajo la barra.
Kaido bufó.
—Y yo quiero una puta mansión, con mujeres y muchísimo billete. No te jode —Kaido no movió ni un músculo salvo para hablar. Sabía que ahora más que nunca tenía que ser prudente, por eso de no ganarse enemigos antes de tener al menos un buen par de aliados—. poco vale que me tires un lugar y ya está. Necesito el nombre, un contacto y si voy referido por quién. Sólo entonces hablaremos de porcentajes, y ve olvidándote de cascarme la mitad del jodido sueldo. Estoy pensando más bien en un quince, y porque me caes bien.
Su mano, tambaléandose sutilmente por los linderos de nokomizuchi, bajo la barra.