4/11/2018, 01:08
Como era de esperar, su ingreso —ahora como alguien más, y no como el puto crío que era—. transcurrió sin ningún inconveniente. Pasado el primer anillo de seguridad, Shirosame se encontró entonces con otro obstáculo más, uno que se le venía haciendo constante desde que había llegado a Yugakure. Y es que todo, ¡todo! valía pasta. Pero él entendía que eso era parte de la vida adulta. De ser un puto exiliado que abandona su aldea sin un jodido duro.
Quizás tendría que haber metido mano a las arcas de Yui. Buen motivo ese para renegar, ¿no? una lástima que no lo hubiera pensado antes.
—No es una visita de ocio. Estoy buscando a alguien, me dijeron que podía encontrarlo aquí. Su nombre es Mutsuku.
Quizás tendría que haber metido mano a las arcas de Yui. Buen motivo ese para renegar, ¿no? una lástima que no lo hubiera pensado antes.
—No es una visita de ocio. Estoy buscando a alguien, me dijeron que podía encontrarlo aquí. Su nombre es Mutsuku.