5/11/2018, 01:33
La mujer se apoyó en él, casi obligada ya que era bastante complicado que llegara a manterse en pie por sí misma, por lo que Riko se limitó a ayudarla y la guió hasta el asiento más cercano de su casa, para que pudiera descansar, era lo mínimo que podía hacer.
El interior dejaba ver un decorado austero, sin ningún tipo de lujo, aunque todo estaba muy ordenado y limpio.
—Las pastillas. En la repisa del cuarto. Por favor.
El Kaguya asintió, y se dirigió rápidamente hacia el final del pasillo, donde había dos habitaciones, y entró en el cuarto, para buscar las pastillas de la mujer, que según le había dicho, estaban en la repisa, por lo que se dirigió directamente hacia ella para tardar lo menos posible.
El interior dejaba ver un decorado austero, sin ningún tipo de lujo, aunque todo estaba muy ordenado y limpio.
—Las pastillas. En la repisa del cuarto. Por favor.
El Kaguya asintió, y se dirigió rápidamente hacia el final del pasillo, donde había dos habitaciones, y entró en el cuarto, para buscar las pastillas de la mujer, que según le había dicho, estaban en la repisa, por lo que se dirigió directamente hacia ella para tardar lo menos posible.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»