3/10/2015, 17:43
A pesar de haberse perdido en sus propias opiniones y de haber divagado extensamente, aquel joven de ojos ambarinos parecía tener intención de terminar de escucharle. O al menos debía de tener la educación suficiente como para no interrumpirle hasta el final.
Cuando el de ojos grises termino con su reflexión, aquel que le estaba escuchando paso a convertirse en el que hablaría.
Su opinión era en muchas partes simétrica con la de Kazuma. Estaba consciente de que más que por moralidad actuábamos por las leyes de la naturaleza. Algo similar a lo que algunos llamaban “La existencia de los animales racionales”. Era una ley que se fundamentaba en el hecho de que aunque acumulemos cantidades astronómicas de conocimiento, nuestra naturaleza seguirá siendo la de una bestia, por lo que eventualmente terminaremos recurriendo a los preceptos que rigen en lo salvaje.
El Ishimura escucho hasta el final y hasta el momento en que Karamaru realizo su propia pregunta.
—En realidad se me hace difícil el contestar eso…
—Creo que mi Kage hace un buen trabajo manteniendo el orden. Aun así he visto muchas cosas que la gente consideraría injusta. Lo cual es natural considerando que ningún orden es absoluto.
—En general cuando pasa algo “injusto” y las leyes establecidas fallan, la gente suele refugiarse en el viejo dicho “la vida es cruel”. Lo cual tiene sentido, ya que a pesar de que las cosas estén mal la gente necesita creer que existe cierto orden. Necesitan creer que existe una ley superior que determina la naturaleza de la vida.
—Creo que existe la “justicia”. Pero al ser un concepto que varía de persona a persona, también creo que cada quien debe encontrar una definición de justicia en la cual creer. En ese sentido pienso que la Uzukage está aplicando bien su propio concepto de orden.
—Aun así… No permito creer que su justicia es más o menos que la mía… No me permito creer en ella ciegamente… Tampoco me permito creer que la mía es infalible. En otras palabras no existe ley que pueda hacerme creer algo diferente a lo que siento.
Y con aquello dicho solo pudo bostezar y recostarse en la arena. Mientras por su mente pasaba una palabra que podría llegar a describir su manera de andar por la vida. En aquel momento dentro de si hubiera escuchado; "Anarquista"
Cuando el de ojos grises termino con su reflexión, aquel que le estaba escuchando paso a convertirse en el que hablaría.
Su opinión era en muchas partes simétrica con la de Kazuma. Estaba consciente de que más que por moralidad actuábamos por las leyes de la naturaleza. Algo similar a lo que algunos llamaban “La existencia de los animales racionales”. Era una ley que se fundamentaba en el hecho de que aunque acumulemos cantidades astronómicas de conocimiento, nuestra naturaleza seguirá siendo la de una bestia, por lo que eventualmente terminaremos recurriendo a los preceptos que rigen en lo salvaje.
El Ishimura escucho hasta el final y hasta el momento en que Karamaru realizo su propia pregunta.
—En realidad se me hace difícil el contestar eso…
—Creo que mi Kage hace un buen trabajo manteniendo el orden. Aun así he visto muchas cosas que la gente consideraría injusta. Lo cual es natural considerando que ningún orden es absoluto.
—En general cuando pasa algo “injusto” y las leyes establecidas fallan, la gente suele refugiarse en el viejo dicho “la vida es cruel”. Lo cual tiene sentido, ya que a pesar de que las cosas estén mal la gente necesita creer que existe cierto orden. Necesitan creer que existe una ley superior que determina la naturaleza de la vida.
—Creo que existe la “justicia”. Pero al ser un concepto que varía de persona a persona, también creo que cada quien debe encontrar una definición de justicia en la cual creer. En ese sentido pienso que la Uzukage está aplicando bien su propio concepto de orden.
—Aun así… No permito creer que su justicia es más o menos que la mía… No me permito creer en ella ciegamente… Tampoco me permito creer que la mía es infalible. En otras palabras no existe ley que pueda hacerme creer algo diferente a lo que siento.
Y con aquello dicho solo pudo bostezar y recostarse en la arena. Mientras por su mente pasaba una palabra que podría llegar a describir su manera de andar por la vida. En aquel momento dentro de si hubiera escuchado; "Anarquista"