5/11/2018, 22:57
Juro alzó una ceja cuando Datsue comenzó a realizar la broma de la muñeca, pero acabó por esbozar una sonrisa. Si no fuera por la situación en la que estaba, seguramente le habría hecho gracia.
« Al final va a tener Katsue razón y soy demasiado soso » — reflexionó.
El chico trató de disimular su alivio cuando Datsue le dijo que no dolería. Igualmente, obedeció gentilmente sus ordenes, se sentó, cogió su oreja derecha y tiró de ella, para que él pudiera hacer su magia. Entonces, inmerso en eso, Datsue comenzó a hablarle acerca de la elección de un número.
»El siete es un número mágico — Juro sintió un escalofrió. El mayor escalofrió que había tenido en su vida. De pronto, sintió que le estaban amenazando, que era una trampa y que había caído de lleno. Pensó incluso en empujar a Datsue y salir corriendo, pero entonces una vocecilla en su mente le calmó.
« Joder. Joder. Joder. Tranquilo. Ha sido casualidad. Ha sido casualidad » — Nadie sabía que había un jinchuriki en Kusagakure. Que era el siete colas. Que era él. Nadie. Nadie. Había sido casualidad.
Juro comenzó a reírse, nerviosamente, tratando de quitarle importancia.
— ¡Me has sorprendido , Datsue!. El siete es mi número favorito. ¿Cómo lo sabías? Al final voy a pensar que puedes leerme la mente — Juro siguió riendo. Luego paró, para que no se notase tanto. Mierda. Lo menos que quería era ir por ahí teniendo el número de colas de su bijuu tatuado en la oreja, pero no se le ocurría mejor forma de salir del paso. Aunque no le estuviera probando, había actuado demasiado raro. El Uchiha era listo, y iba a sospechar si se negaba —. Dicen que es el número de la buena suerte, ¿sabes? Creo que necesito mucha suerte. Así que ese está bien.
Juro suspiró. No le gustaba la idea de tener un tatuaje permanente durante un año. Pero al menos parecía eso, un tatuaje. En el lugar dónde lo ponían, nadie lo vería. Estaría a salvo, pero por poco.
« Al final va a tener Katsue razón y soy demasiado soso » — reflexionó.
El chico trató de disimular su alivio cuando Datsue le dijo que no dolería. Igualmente, obedeció gentilmente sus ordenes, se sentó, cogió su oreja derecha y tiró de ella, para que él pudiera hacer su magia. Entonces, inmerso en eso, Datsue comenzó a hablarle acerca de la elección de un número.
»El siete es un número mágico — Juro sintió un escalofrió. El mayor escalofrió que había tenido en su vida. De pronto, sintió que le estaban amenazando, que era una trampa y que había caído de lleno. Pensó incluso en empujar a Datsue y salir corriendo, pero entonces una vocecilla en su mente le calmó.
« Joder. Joder. Joder. Tranquilo. Ha sido casualidad. Ha sido casualidad » — Nadie sabía que había un jinchuriki en Kusagakure. Que era el siete colas. Que era él. Nadie. Nadie. Había sido casualidad.
Juro comenzó a reírse, nerviosamente, tratando de quitarle importancia.
— ¡Me has sorprendido , Datsue!. El siete es mi número favorito. ¿Cómo lo sabías? Al final voy a pensar que puedes leerme la mente — Juro siguió riendo. Luego paró, para que no se notase tanto. Mierda. Lo menos que quería era ir por ahí teniendo el número de colas de su bijuu tatuado en la oreja, pero no se le ocurría mejor forma de salir del paso. Aunque no le estuviera probando, había actuado demasiado raro. El Uchiha era listo, y iba a sospechar si se negaba —. Dicen que es el número de la buena suerte, ¿sabes? Creo que necesito mucha suerte. Así que ese está bien.
Juro suspiró. No le gustaba la idea de tener un tatuaje permanente durante un año. Pero al menos parecía eso, un tatuaje. En el lugar dónde lo ponían, nadie lo vería. Estaría a salvo, pero por poco.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60