6/11/2018, 04:22
Aquella era una de las escasas ocasiones en que no sentía que hubiese algo que preguntar, pues la nota era clara y contundente. Su adversario yacía frente a él para probarle. Le devolvió una sonrisa serena a la mecánica criatura.
—El objetivo es vencerte con el menor daño colateral posible, ¿no? —le pregunto, sin esperar que le respondiese realmente.
Aquello le emocionaba de sobremanera, puesto que era una buena simulación de una batalla real y una prueba digna de sus aspiraciones. Retiro la mesa hacia una esquina, pensando en las muchas cosas curiosas que podría aprender sobre aquella marioneta; cosas, preguntas, que buscaría responder a plenitud a través del método de la lucha.
Kazuma observo unos leves destellos de un azul etéreo que tremolaban en el aire. No supo que eran, y el que no pudiese verlos con claridad le hacían sospechar que se tratase de alguna táctica preparada para enfrentarle.
—Interesante… —dijo en cuanto su oponente le invito a atacar—. No es mi estilo hacer el primer movimiento, pero es bueno salir de la zona de comodidad de vez en cuando.
Con una respiración suave y unos movimientos colmados de una calma engañosa, retrocedió algunos pasos y extrajo de su portaobjetos un cuarteto de shurikens. Inmediatamente comenzó a arrojarlos hacia el cuerpo de madera; de uno en uno, sosteniéndolos con su izquierda y proyectándolos con su derecha.
—El objetivo es vencerte con el menor daño colateral posible, ¿no? —le pregunto, sin esperar que le respondiese realmente.
Aquello le emocionaba de sobremanera, puesto que era una buena simulación de una batalla real y una prueba digna de sus aspiraciones. Retiro la mesa hacia una esquina, pensando en las muchas cosas curiosas que podría aprender sobre aquella marioneta; cosas, preguntas, que buscaría responder a plenitud a través del método de la lucha.
Kazuma observo unos leves destellos de un azul etéreo que tremolaban en el aire. No supo que eran, y el que no pudiese verlos con claridad le hacían sospechar que se tratase de alguna táctica preparada para enfrentarle.
—Interesante… —dijo en cuanto su oponente le invito a atacar—. No es mi estilo hacer el primer movimiento, pero es bueno salir de la zona de comodidad de vez en cuando.
Con una respiración suave y unos movimientos colmados de una calma engañosa, retrocedió algunos pasos y extrajo de su portaobjetos un cuarteto de shurikens. Inmediatamente comenzó a arrojarlos hacia el cuerpo de madera; de uno en uno, sosteniéndolos con su izquierda y proyectándolos con su derecha.
![[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]](https://i.pinimg.com/originals/aa/b6/87/aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif)