22/11/2018, 22:48
Tras el terrible hallazgo, el grupo se preparó para continuar el recorrido hacia Tanzaku Gai. Sin embargo, antes de que pudieran volver hacia los pájaros, Kiroe retuvo a su hijo del brazo y les pidió un momento. Zetsuo se volvió hacia ella, impaciente como sólo él podía estar en una situación así.
—Ya pensaba que iba a tener que pedírtelo, joder —replicó, al verla morderse el dedo y estampar la mano contra el suelo como él mismo había hecho antes.
Tras una cortina de humo, dos canes hicieron acto de aparición: un san bernardo de color oscuro y otro perro de color pardo. Eran los mismos perros que habían utilizado un año atrás para volver a Amegakure, después de rescatar a Ayame de las garras de los Kajitsu Hōzuki. Sólo que, en aquella ocasión, sólo habían conseguido rescatar su capa de viaje. Zetsuo apretó las mandíbulas mientras los animales discutían.
—Escuchad, Ayame ha desaparecido. Creemos que la han atacado y se la han llevado. Sólo tenemos esa túnica como pista. ¿Creéis que podéis seguir el rastro? —preguntó la madre de Daruu.
Zetsuo ni siquiera tuvo que tenderles la prenda, los dos canes se acercaron a ella y la olfatearon, impregnándose del olor de su hija desaparecida.
—Es nuestra especialidad —habló Kuro-chan—. Entiendo que hay prisa, ¿cierto? No sé si vamos a poder ir igual de rápido con dos personas en el lomo cada uno, como la última vez. Yo soy más corpulento, pero Inurun no podrá con dos.
—¡Oye!
—No será necesario —intervino Daruu, que deshizo su pájaro de caramelo. Tras una nueva serie de sellos, el mismo caramelo que lo había formado tomó el aspecto de un caballo de montura—. Yo iré en esto.
—¡Guau! ¿Desde cuando sabes hacer eso? —preguntó Kiroe, sumamente interesada en la nueva habilidad del chico.
—¡Ya habrá tiempo después para los jodidos elogios! —bramó Zetsuo—. ¡Partamos inmediatamente!
Y tras aquellas palabras, Zetsuo se montó en Kuro-chan y Kōri se subió en Inurun.
—La túnica parece haber sido arrastrada por el río... Así que el ataque debió producirse corriente arriba —razonó Kōri—. Lo que aún no sabemos es si se produjo antes o después del Valle del Fin. O en el mismo Valle.
—¿Y qué cojones hacía Ayame en el Valle del Fin? ¿No iba a ir a Tanzaku Gai?
—Ya pensaba que iba a tener que pedírtelo, joder —replicó, al verla morderse el dedo y estampar la mano contra el suelo como él mismo había hecho antes.
Tras una cortina de humo, dos canes hicieron acto de aparición: un san bernardo de color oscuro y otro perro de color pardo. Eran los mismos perros que habían utilizado un año atrás para volver a Amegakure, después de rescatar a Ayame de las garras de los Kajitsu Hōzuki. Sólo que, en aquella ocasión, sólo habían conseguido rescatar su capa de viaje. Zetsuo apretó las mandíbulas mientras los animales discutían.
—Escuchad, Ayame ha desaparecido. Creemos que la han atacado y se la han llevado. Sólo tenemos esa túnica como pista. ¿Creéis que podéis seguir el rastro? —preguntó la madre de Daruu.
Zetsuo ni siquiera tuvo que tenderles la prenda, los dos canes se acercaron a ella y la olfatearon, impregnándose del olor de su hija desaparecida.
—Es nuestra especialidad —habló Kuro-chan—. Entiendo que hay prisa, ¿cierto? No sé si vamos a poder ir igual de rápido con dos personas en el lomo cada uno, como la última vez. Yo soy más corpulento, pero Inurun no podrá con dos.
—¡Oye!
—No será necesario —intervino Daruu, que deshizo su pájaro de caramelo. Tras una nueva serie de sellos, el mismo caramelo que lo había formado tomó el aspecto de un caballo de montura—. Yo iré en esto.
—¡Guau! ¿Desde cuando sabes hacer eso? —preguntó Kiroe, sumamente interesada en la nueva habilidad del chico.
—¡Ya habrá tiempo después para los jodidos elogios! —bramó Zetsuo—. ¡Partamos inmediatamente!
Y tras aquellas palabras, Zetsuo se montó en Kuro-chan y Kōri se subió en Inurun.
—La túnica parece haber sido arrastrada por el río... Así que el ataque debió producirse corriente arriba —razonó Kōri—. Lo que aún no sabemos es si se produjo antes o después del Valle del Fin. O en el mismo Valle.
—¿Y qué cojones hacía Ayame en el Valle del Fin? ¿No iba a ir a Tanzaku Gai?