23/11/2018, 22:36
— Nunca dejaré de ser yo. De eso estoy seguro. Gracias. De verdad. Tu apoyo significa mucho para mí.
— Tengo que admitir que cuando te conocí me pareciste un poco... raro, ¿sabes? Pero bueno, aquí he seguido contigo. A veces es dificil entenderte, Nabi, pero creeme, eres un buen tío. Y bastante guay, a tu manera. Pero la proxima vez, no mas mierdas, ¿vale?
— A ver, vamos por partes. Primero, si soy raro es solo porque todos sois muy normales. Vais por la vida diciendo lo que pensáis que la gente quiere oír, yo te digo la verdad, Juro, pura y dura. Intento no soltar según qué verdades, pero en general, lo que tu llamas ser difícil, raro y excéntrico, yo lo llamo sinceridad. En esta vida te encontraras con mucha, mucha, mucha gente que te mentira y engañara, Amegakure, Datsue e incluso gente de tu villa, pero yo nunca, jamás te voy a mentir.
Pero no era suficiente con dejarselo bien claro mientras nos dabamos un baño calentorro él y yo solos a las tantas de la madrugada en la Villa de las Aguas Termales. Tenía que demostrarlo, porque podía tener muchas cosas, ser increiblemente resistente a las criticas, a la higiene o incluso a la inteligencia, pero lo primero que tenía era razón, siempre.
— Y te lo voy a demostrar. Pregúntame si me arrepiento de tirarte una mierda.
Ya el segundo punto lo dejaría para mañana si eso.
— Tengo que admitir que cuando te conocí me pareciste un poco... raro, ¿sabes? Pero bueno, aquí he seguido contigo. A veces es dificil entenderte, Nabi, pero creeme, eres un buen tío. Y bastante guay, a tu manera. Pero la proxima vez, no mas mierdas, ¿vale?
— A ver, vamos por partes. Primero, si soy raro es solo porque todos sois muy normales. Vais por la vida diciendo lo que pensáis que la gente quiere oír, yo te digo la verdad, Juro, pura y dura. Intento no soltar según qué verdades, pero en general, lo que tu llamas ser difícil, raro y excéntrico, yo lo llamo sinceridad. En esta vida te encontraras con mucha, mucha, mucha gente que te mentira y engañara, Amegakure, Datsue e incluso gente de tu villa, pero yo nunca, jamás te voy a mentir.
Pero no era suficiente con dejarselo bien claro mientras nos dabamos un baño calentorro él y yo solos a las tantas de la madrugada en la Villa de las Aguas Termales. Tenía que demostrarlo, porque podía tener muchas cosas, ser increiblemente resistente a las criticas, a la higiene o incluso a la inteligencia, pero lo primero que tenía era razón, siempre.
— Y te lo voy a demostrar. Pregúntame si me arrepiento de tirarte una mierda.
Ya el segundo punto lo dejaría para mañana si eso.
—Nabi—