24/11/2018, 20:15
¿En serio, naturalista? ¿Era el mejor adjetivo que tenía para definirse a sí mismo?
Kaido hizo todo lo posible para no reírse en su cara, asintiendo con alevosía a cada insinuación. A cada pretexto. Debía estar de acuerdo todas las premisas de Shaneji. Tenía qué. Era casi un deber intrínseco según la percepción de ser un Hozuki a los ojos de un reacio defensor de la sangre de un clan ancestral. Que no quería decir, desde luego, que compartiera su punto de vista. Se le antojaba una forma de pensar bastante oxidada, demasiado ortodoxa y para nada acoplada a la época en la que vivían.
Quizás él era demasiado joven, o Shaneji un sentimentalista de cojones. Una de dos.
—Pues es lo que hay, Shaneji. Son años y años de sangre diluida. Y ni hablar de los fuertes cimientos del status quo que gobierna Oonindo desde que murieron las cinco grandes aldeas —alegó—. pero si quieres acabar con todo eso, tienes que crear una entidad, colega. Un cuarto rey en un tablero de tres reinas que viven para tomar el té y estrecharse las manos. Sólo estando a la altura de las tres aldeas, en igualdad de condiciones, podríamos joder la balanza que los mantiene a raya.
Debemos ser la oveja negra del rebaño. Y se me antoja que esa no es tarea sencilla. ¿Es lo que buscáis vosotros, entonces? ¿Dragón Rojo?
Kaido hizo todo lo posible para no reírse en su cara, asintiendo con alevosía a cada insinuación. A cada pretexto. Debía estar de acuerdo todas las premisas de Shaneji. Tenía qué. Era casi un deber intrínseco según la percepción de ser un Hozuki a los ojos de un reacio defensor de la sangre de un clan ancestral. Que no quería decir, desde luego, que compartiera su punto de vista. Se le antojaba una forma de pensar bastante oxidada, demasiado ortodoxa y para nada acoplada a la época en la que vivían.
Quizás él era demasiado joven, o Shaneji un sentimentalista de cojones. Una de dos.
—Pues es lo que hay, Shaneji. Son años y años de sangre diluida. Y ni hablar de los fuertes cimientos del status quo que gobierna Oonindo desde que murieron las cinco grandes aldeas —alegó—. pero si quieres acabar con todo eso, tienes que crear una entidad, colega. Un cuarto rey en un tablero de tres reinas que viven para tomar el té y estrecharse las manos. Sólo estando a la altura de las tres aldeas, en igualdad de condiciones, podríamos joder la balanza que los mantiene a raya.
Debemos ser la oveja negra del rebaño. Y se me antoja que esa no es tarea sencilla. ¿Es lo que buscáis vosotros, entonces? ¿Dragón Rojo?