25/11/2018, 20:01
Cuando salió del hogar de la anciana, Riko se encontró a Ikari. Estaba muy cerca de la entrada, de hecho, probablemente aguardando por él tal y como habían quedado antes de separarse. Su pie tiritaba sobre la tierra, mostrándose ansioso.
—¿En dónde estabas metido, mocoso? ¡tengo rato buscándote! —soltó un respingo por la nariz y aseveró el gesto—. no pude averiguar nada útil. ¿Tú?
—¿En dónde estabas metido, mocoso? ¡tengo rato buscándote! —soltó un respingo por la nariz y aseveró el gesto—. no pude averiguar nada útil. ¿Tú?