25/11/2018, 23:36
Kaido no quitó la mirada de su Hermano de clan. Ni siquiera cuando su caballo comenzó a relinchar. Sólo se dedicó a darle un par de palmadas sobándole el cogote y alivianando las riendas para que cabeceara a gusto mientras durase aquella caldeada discusión de jinetes. Por suerte, la charla no pasó a mayores. Shaneji filtró su ira a través de su risa tan familiar, aunque no perdió la oportunidad de ahondar más en aguas desconocidas. Ya que Kaido había traído el tema a colación, ¿por qué no escuchar esa historia tan anecdótica, verdad?
—Uhmm. Te conté que estuve en el examen de chunin, ¿verdad? —empezó a decir—. bueno, resulta que entre todo el caos tras la batalla con el Jinchuriki, digamos que teníamos entre mano a un pequeño bribón que había estado complotando con un uzujin. Revelándole datos confidenciales de Amegakure y traicionando a su jodida aldea. Como soy un tipo de buena voluntad, decidí encargarme de él en pleno Estadio. Lo maté. ¡Hice lo que se debe hacer con los fisgones, coño! —alegó entre risas, porque le resultaba bastante curioso, estando él ahora en los mismos zapatos de Keisuke—. el alto mando de Amegakure no lo vio así, sin embargo. No tenías una orden directa, dijeron. Tenías que traerlo vivo, repetían una y otra vez. ¿Vivo para qué, para que lo matasen ellos? no sé, se me antojan que querían todo el crédito.
»En fin, me querían sentenciar por asesinato voluntario. Mucha presión de los altos clanes. De los ciudadanos que vivieron con miedo del Tiburón durante tanto tiempo. Mucha gente me quería muerto. Así que los mandé a tomar por culo a todos, y heme aquí, montando a este puto caballo. Cabalgando hacia el alba junto a un hijo de puta llamado Shaneji. Es un buen tío, pero un tanto bipolar. ¿Lo conoces?
—Uhmm. Te conté que estuve en el examen de chunin, ¿verdad? —empezó a decir—. bueno, resulta que entre todo el caos tras la batalla con el Jinchuriki, digamos que teníamos entre mano a un pequeño bribón que había estado complotando con un uzujin. Revelándole datos confidenciales de Amegakure y traicionando a su jodida aldea. Como soy un tipo de buena voluntad, decidí encargarme de él en pleno Estadio. Lo maté. ¡Hice lo que se debe hacer con los fisgones, coño! —alegó entre risas, porque le resultaba bastante curioso, estando él ahora en los mismos zapatos de Keisuke—. el alto mando de Amegakure no lo vio así, sin embargo. No tenías una orden directa, dijeron. Tenías que traerlo vivo, repetían una y otra vez. ¿Vivo para qué, para que lo matasen ellos? no sé, se me antojan que querían todo el crédito.
»En fin, me querían sentenciar por asesinato voluntario. Mucha presión de los altos clanes. De los ciudadanos que vivieron con miedo del Tiburón durante tanto tiempo. Mucha gente me quería muerto. Así que los mandé a tomar por culo a todos, y heme aquí, montando a este puto caballo. Cabalgando hacia el alba junto a un hijo de puta llamado Shaneji. Es un buen tío, pero un tanto bipolar. ¿Lo conoces?