26/11/2018, 03:18
Kaido frunció el ceño y puso su mejor cara de Póquer mientras veía a Shaneji alejarse. Joder, el cabrón no respondía a lo verdaderamente importante cuando tenía qué. Siempre lo evadía, con lo cual, le decía a Kaido que el tipo se estaba cuidando de no soltar información innecesaria. Cosa que él mismo no estaba haciendo muy bien, dada las recientes revelaciones que se vio obligado a soltar para no verse acorralado por los interrogatorios de Shaneji.
Pero bueno, ya tendría tiempo para ahondar en los asuntos más turbios de Dragón Rojo. Cuando fuera uno de ellos con todas las de la ley.
Su caballo acarició la libertad junto al de Shaneji, e inmediatamente después, le acompañó en el descenso que le llevaría finalmente hasta la orilla de las Costas de las Olas Rompientes.
Pero bueno, ya tendría tiempo para ahondar en los asuntos más turbios de Dragón Rojo. Cuando fuera uno de ellos con todas las de la ley.
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Su caballo acarició la libertad junto al de Shaneji, e inmediatamente después, le acompañó en el descenso que le llevaría finalmente hasta la orilla de las Costas de las Olas Rompientes.