5/10/2015, 12:39
Daruu se había echado hacia atrás, prácticamente dejándose caer sobre la terraza, para esquivar la amenaza del shuriken, que terminó seccionando el brazo del muchacho como si fuera de mantequilla. El horror se apoderó de Ayame al creer que le había cortado un brazo de verdad, pero enseguida comprobó con alivio que no era más que madera, y que el brazo de su oponente había vuelto a ser el que era. Fue entonces cuando una sonrisa ladina curvó los labios de Ayame. Y es que en la sombra de aquel primer shuriken que había lanzado, viajaba un segundo proyectil que iba dirigido hacia las piernas de su oponente y que, sin lugar a dudas, terminaría impactando en la parte inferior de su cuerpo al haberse arrojado al suelo de aquella manera.
Daruu se levantó, retrocediendo ligeramente.
—Pues a mí me parece que eso no es cierto —le replicó, torciendo el gesto—. Tienes unas técnicas muy versátiles y eres verdaderamente inteligente. Incluso has podido deshacer mi técnica de clonación...
Pese a todo, estaba claro que Daruu no estaba dispuesto a rendirse. Y Ayame mucho menos. Le respondió a su mirada decidida con una sonrisa que irradiaba el mismo sentimiento.
Y entonces se sucedió el segundo pistoletazo de salida.
Daruu arrancó a correr hacia ella, y Ayame flexionó ligeramente las rodillas en consecuencia. Sus ojos viraron inevitablemente hacia su mano cuando volvió a introducirla en el portaobjetos y su corazón se olvidó de latir durante un instante cuando le pareció ver que sacaba una pequeña esfera.
«¿Otra bomba de luz?»
En un acto reflejo, cerró los ojos. Y su indecisión le costó muy cara. Nunca llegó a ver el fugaz destello que la habría cegado de tener los ojos abiertos. En su lugar, el estallido de la bomba dio lugar a un sonido sibilante que ella ya conocía. Y entonces, cuando volvió a abrir los ojos, se vio envuelta en una nube de humo que le hizo toser. Cegada como estaba, a duras penas consiguió esquivar el kunai ladeándose hacia un lado. Se vio obligada a cubrirse con los brazos al ver que Daruu se abalanzaba sobre ella para asestarle una patada directa en la cara, pero en el momento del impacto el chico desapareció en una pequeña nube de humo.
«¡Un clon!» Comprendió, pero era demasiado tarde.
Una abalancha de agua se cernió sobre ella como una estampida, y Ayame se vio impulsada hacia atrás violentamente. Su cuerpo chocó varias veces contra el suelo, y una última vez algo detuvo su avance desde la espalda. Aturdida como estaba, aún tardó unos segundos en sacudir la cabeza para despejarse y comprobar con horror que había sido la barandilla de la terraza la que la había salvado de caer al vacío.
—Madre mía... —susurró, con un hilo de voz. Y entonces se reincorporó y se apartó prácticamente corriendo del lugar, ajustándose bien la bandana a la frente en el proceso.
Cuando volvió la mirada a Daruu se sintió repentinamente perdida. Prácticamente había gastado casi todas sus estrategias y sus recursos. ¿Con qué podía atacarle ahora? Flexionó las rodillas ligeramente, aún pensando, y en un gesto casi inconsciente se atrevió a pegarle un trago a la cantimplora. Estaba muerta de sed, y el frenesí de la batalla y el uso de su propio agua corporal para sus técnicas sólo lo acrecentaba.
• PV: 80 (-20 PV)
• CK: 76 (-7 CK) [+100 Gobi]
Objetos: Bomba de humo, Hilo shinobi (3 usos), Kunai, Shuriken x3
Suika no Jutsu: Activado
1 AO revelada: Escondido un shuriken en la sombra del primero
Daño recibido
Daño causado
Daruu se levantó, retrocediendo ligeramente.
—Pues a mí me parece que eso no es cierto —le replicó, torciendo el gesto—. Tienes unas técnicas muy versátiles y eres verdaderamente inteligente. Incluso has podido deshacer mi técnica de clonación...
Pese a todo, estaba claro que Daruu no estaba dispuesto a rendirse. Y Ayame mucho menos. Le respondió a su mirada decidida con una sonrisa que irradiaba el mismo sentimiento.
Y entonces se sucedió el segundo pistoletazo de salida.
Daruu arrancó a correr hacia ella, y Ayame flexionó ligeramente las rodillas en consecuencia. Sus ojos viraron inevitablemente hacia su mano cuando volvió a introducirla en el portaobjetos y su corazón se olvidó de latir durante un instante cuando le pareció ver que sacaba una pequeña esfera.
«¿Otra bomba de luz?»
En un acto reflejo, cerró los ojos. Y su indecisión le costó muy cara. Nunca llegó a ver el fugaz destello que la habría cegado de tener los ojos abiertos. En su lugar, el estallido de la bomba dio lugar a un sonido sibilante que ella ya conocía. Y entonces, cuando volvió a abrir los ojos, se vio envuelta en una nube de humo que le hizo toser. Cegada como estaba, a duras penas consiguió esquivar el kunai ladeándose hacia un lado. Se vio obligada a cubrirse con los brazos al ver que Daruu se abalanzaba sobre ella para asestarle una patada directa en la cara, pero en el momento del impacto el chico desapareció en una pequeña nube de humo.
«¡Un clon!» Comprendió, pero era demasiado tarde.
Una abalancha de agua se cernió sobre ella como una estampida, y Ayame se vio impulsada hacia atrás violentamente. Su cuerpo chocó varias veces contra el suelo, y una última vez algo detuvo su avance desde la espalda. Aturdida como estaba, aún tardó unos segundos en sacudir la cabeza para despejarse y comprobar con horror que había sido la barandilla de la terraza la que la había salvado de caer al vacío.
—Madre mía... —susurró, con un hilo de voz. Y entonces se reincorporó y se apartó prácticamente corriendo del lugar, ajustándose bien la bandana a la frente en el proceso.
Cuando volvió la mirada a Daruu se sintió repentinamente perdida. Prácticamente había gastado casi todas sus estrategias y sus recursos. ¿Con qué podía atacarle ahora? Flexionó las rodillas ligeramente, aún pensando, y en un gesto casi inconsciente se atrevió a pegarle un trago a la cantimplora. Estaba muerta de sed, y el frenesí de la batalla y el uso de su propio agua corporal para sus técnicas sólo lo acrecentaba.
Estado de Ayame
• PV: 80 (-20 PV)
• CK: 76 (-7 CK) [+100 Gobi]
Objetos: Bomba de humo, Hilo shinobi (3 usos), Kunai, Shuriken x3
Suika no Jutsu: Activado
1 AO revelada: Escondido un shuriken en la sombra del primero
Daño recibido