27/11/2018, 23:36
Daruu salio del ensimismamiento cuando Zetsuo se dirigió a él de forma directa. Levantó la mirada, con unos ojos mezcla de la desesperación y la rabia más absolutas, batidas en una calma triste. Observó el cabello blanco y negó con la cabeza, despacio.
Pero Kuro-chan se adelantó olfateando y anunció:
—Estoy seguro de que los pelos son de Ayame —aseveró.
—¿Qué? —Kiroe se acercó a ambos—. ¡Eso es imposible!
—Lo son.
—Un momento... Sé que es mucho suponer, pero... pero... ¿y si está bien todavía? ¿Y si los captores...? —sugirió Kiroe—. ¿Y si lo que han hecho es disfrazar a Ayame? Teñirla. Cambiarle la ropa. Ayame se volvió muy notoria en el País de los Remolinos desde lo que pasó durante el Examen. Si querían pasar desapercibidos...
—¡...sólo tenían que convertirla en alguien distinta! Pero eso sólo tendría sentido si no fuera Uzushio el que se la llevó. Porque a ellos no les importaría que les reconociesen. No puede ser... —intervino Daruu.
—Sí que puede ser. Porque así no obtendríamos información si veníamos a hacer preguntas.
—Como sea, Inurun os lo ha dicho: el rastro continúa. Y os diré más: es intenso. Más fresco que el que estábamos siguiendo hasta ahora. Podéis quedaros ahí teorizando sobre lo que le ha pasado o podemos continuar. Pronto se hará de noche, y tendremos que volver a parar. —Kuro-chan cortó las hipótesis duramente, y luego dirigió una mirada severa a Zetsuo—. Vuelve a subir, "humano". Pero recuérda que te estoy ayudando con buena voluntad. A partir de ahora, evitarás volvernos a llamar "chuchos". ¡Vamos!
Daruu se limpió las lágrimas con la mano y volvió a crear otro caballo de caramelo, puesto que el otro se había deshecho con tamaño desnivel emocional. Las palabras de Kuro eran un refugio, y la teoría de su madre otro más grande. Si eso hacía que pudiera continuar dando el máximo de sí mismo... Esta vez el equino era de color negro: mucho más fácil que se pudiera hacer pasar por uno real.
El grupo siguió la marcha. Hacia el sur, cerca de la costa.
Pero Kuro-chan se adelantó olfateando y anunció:
—Estoy seguro de que los pelos son de Ayame —aseveró.
—¿Qué? —Kiroe se acercó a ambos—. ¡Eso es imposible!
—Lo son.
—Un momento... Sé que es mucho suponer, pero... pero... ¿y si está bien todavía? ¿Y si los captores...? —sugirió Kiroe—. ¿Y si lo que han hecho es disfrazar a Ayame? Teñirla. Cambiarle la ropa. Ayame se volvió muy notoria en el País de los Remolinos desde lo que pasó durante el Examen. Si querían pasar desapercibidos...
—¡...sólo tenían que convertirla en alguien distinta! Pero eso sólo tendría sentido si no fuera Uzushio el que se la llevó. Porque a ellos no les importaría que les reconociesen. No puede ser... —intervino Daruu.
—Sí que puede ser. Porque así no obtendríamos información si veníamos a hacer preguntas.
—Como sea, Inurun os lo ha dicho: el rastro continúa. Y os diré más: es intenso. Más fresco que el que estábamos siguiendo hasta ahora. Podéis quedaros ahí teorizando sobre lo que le ha pasado o podemos continuar. Pronto se hará de noche, y tendremos que volver a parar. —Kuro-chan cortó las hipótesis duramente, y luego dirigió una mirada severa a Zetsuo—. Vuelve a subir, "humano". Pero recuérda que te estoy ayudando con buena voluntad. A partir de ahora, evitarás volvernos a llamar "chuchos". ¡Vamos!
Daruu se limpió las lágrimas con la mano y volvió a crear otro caballo de caramelo, puesto que el otro se había deshecho con tamaño desnivel emocional. Las palabras de Kuro eran un refugio, y la teoría de su madre otro más grande. Si eso hacía que pudiera continuar dando el máximo de sí mismo... Esta vez el equino era de color negro: mucho más fácil que se pudiera hacer pasar por uno real.
El grupo siguió la marcha. Hacia el sur, cerca de la costa.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)