29/11/2018, 00:18
— Si que le tienes estima a tu compañero de villa... —
Le miré muy serio y le señalé con el indice, todo muy serio.
— Algún día, Juro, — pausa dramatica — le conocerás y lo entenderás.
Volví a ponerme en una posición relajada mientras él me obedecía, como tenía que ser.
— ¿Te arrepientes de lanzarme una mierda, Nabi?
— Lo siento, pero no. Para nada. Sé que para ti ha sido una putada, para mí también lo fue lo que pasó. Hay muchas cosas que no puedo expresar con palabras, y si no hubiese hecho lo que he hecho, no podría haberte perdonado. Tendría algo dentro que no se iría con tus disculpas ni con mis acusaciones. Ese rencor, ya no está. Estoy bien contigo, en paz, empatados, en equilibrio. Llamalo como quieras. Seguramente solo sea paranoia mía, pero aquí estamos.
No sabía si llegaría a entenderlo, ni siquiera si lo intentaría, sin embargo, eso no iba a hacer que cambiase mi discurso ni mi forma de ser. Lo que había es lo que hay y lo que habrá y nada ni nadie iba a cambiarlo. Yo tenía mis ideas y el mundo podía tener las suyas que yo no iba a adaptarme.
Le miré muy serio y le señalé con el indice, todo muy serio.
— Algún día, Juro, — pausa dramatica — le conocerás y lo entenderás.
Volví a ponerme en una posición relajada mientras él me obedecía, como tenía que ser.
— ¿Te arrepientes de lanzarme una mierda, Nabi?
— Lo siento, pero no. Para nada. Sé que para ti ha sido una putada, para mí también lo fue lo que pasó. Hay muchas cosas que no puedo expresar con palabras, y si no hubiese hecho lo que he hecho, no podría haberte perdonado. Tendría algo dentro que no se iría con tus disculpas ni con mis acusaciones. Ese rencor, ya no está. Estoy bien contigo, en paz, empatados, en equilibrio. Llamalo como quieras. Seguramente solo sea paranoia mía, pero aquí estamos.
No sabía si llegaría a entenderlo, ni siquiera si lo intentaría, sin embargo, eso no iba a hacer que cambiase mi discurso ni mi forma de ser. Lo que había es lo que hay y lo que habrá y nada ni nadie iba a cambiarlo. Yo tenía mis ideas y el mundo podía tener las suyas que yo no iba a adaptarme.
—Nabi—