30/11/2018, 01:53
Shaneji, ya solo con la cabeza fuera del agua, sonrió de oreja a oreja. Si no fuese por su piel azulada, sus dientes de piraña y sus ojos inyectados en sangre, casi se podía decir que era una sonrisa tierna. La que un niño de diez años esbozaría de pura y genuina felicidad.
—Me sorprendió tu decisión, Kaido. —En su lugar, él no se hubiese elegido a sí mismo—. Te lo compensaré. Te lo prometo.
»Nos vamos al agua, Kaido. Nos vamos al agua.
Hozuki Shaneji subió al humilde barco que se había acercado a recogerles, tal y como había pedido haciendo uso del Gentōshin no Jutsu. En comparación con Baratie, aquel navío era mucho más pequeño, propio de un simple mercader de especias. Y especias era lo que transportaba en su interior…
… o algo que se acercaba.
—¿Qué significa esto? —preguntó al hombre que le vino a recibir. Tenía un pañuelo oscuro anudado a la cabeza, y la mandíbula cuadrada. En su mano, un látigo. En el suelo, junto a la proa, un hombre tirado boca abajo en el suelo, con múltiples heridas en la espalda.
—Un correctivo, Shaneji-sama —dijo con una inclinación de cabeza. Pese a tener varias cicatrices en cara y torso, le temblaba la voz al hablarle. Kaido pudo distinguir a más hombres en el navío. Junto al timón. O ajustando alguna cuerda. O simplemente limpiando la cubierta con cepillo. Todos ellos evitaban mirarle directamente—. ¿Y usted es? —preguntó, mirando a Kaido.
—Me sorprendió tu decisión, Kaido. —En su lugar, él no se hubiese elegido a sí mismo—. Te lo compensaré. Te lo prometo.
»Nos vamos al agua, Kaido. Nos vamos al agua.
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Hozuki Shaneji subió al humilde barco que se había acercado a recogerles, tal y como había pedido haciendo uso del Gentōshin no Jutsu. En comparación con Baratie, aquel navío era mucho más pequeño, propio de un simple mercader de especias. Y especias era lo que transportaba en su interior…
… o algo que se acercaba.
—¿Qué significa esto? —preguntó al hombre que le vino a recibir. Tenía un pañuelo oscuro anudado a la cabeza, y la mandíbula cuadrada. En su mano, un látigo. En el suelo, junto a la proa, un hombre tirado boca abajo en el suelo, con múltiples heridas en la espalda.
—Un correctivo, Shaneji-sama —dijo con una inclinación de cabeza. Pese a tener varias cicatrices en cara y torso, le temblaba la voz al hablarle. Kaido pudo distinguir a más hombres en el navío. Junto al timón. O ajustando alguna cuerda. O simplemente limpiando la cubierta con cepillo. Todos ellos evitaban mirarle directamente—. ¿Y usted es? —preguntó, mirando a Kaido.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado