30/11/2018, 03:18
—Es… Es lo que quería decirle, Shaneji-sama —se excusó, al comprobar por lo que estaba preguntándole, haciendo caso omiso a Kaido—. Este desgraciado robó de nuestra mercancía para chutarse. De haber sido para venderlo por su cuenta ya sería comida para los tiburones —le aseguró, temeroso que, sino lo dejaba claro, sería él quien acabase en el mar—. Está yonqui perdido.
Shaneji giró la cabeza como una centella y le miró con ojos iracundos.
—¿Yonqui? Pensé que esta mierda no era más adicta que la hierba.
Esta vez fue el turno del marinero de sorprenderse. De haber sido otro con el que estuviese hablando, probablemente se hubiese desternillado en su cara por la barbaridad que acababa de soltar. Por suerte para él, supo contenerse a tiempo.
—Oh, nada de eso. Nada de eso. Basta probarlo un par de veces para quedar enganchado. Joder, ¡una vez vi a un bastardo intentando tumbar a un tipo el doble de alto para hacerse con unos gramos! —estalló en una carcajada, al recordar la golpiza que se había llevado—. Por eso está vendiendo tan bien.
Por primera vez durante todo el viaje, Kaido vio en Shaneji a un tipo… confuso. Dolido también. Y enfadado. Una amalgama de emociones que bien podía acabar en un estallido de rabia —lo más habitual—, en una de sus risas para desestresar, o, como en aquel caso…
—Me voy a dormir.
… en una simple sentencia arisca.
El marinero, devoto a su amo, le aseguró que había preparado la mejor habitación para él, y le acompañó hasta su camarote. En seguida tuvo que dar vuelta, sin embargo, al ver el mal genio con el que se encontraba Shaneji.
Shaneji giró la cabeza como una centella y le miró con ojos iracundos.
—¿Yonqui? Pensé que esta mierda no era más adicta que la hierba.
Esta vez fue el turno del marinero de sorprenderse. De haber sido otro con el que estuviese hablando, probablemente se hubiese desternillado en su cara por la barbaridad que acababa de soltar. Por suerte para él, supo contenerse a tiempo.
—Oh, nada de eso. Nada de eso. Basta probarlo un par de veces para quedar enganchado. Joder, ¡una vez vi a un bastardo intentando tumbar a un tipo el doble de alto para hacerse con unos gramos! —estalló en una carcajada, al recordar la golpiza que se había llevado—. Por eso está vendiendo tan bien.
Por primera vez durante todo el viaje, Kaido vio en Shaneji a un tipo… confuso. Dolido también. Y enfadado. Una amalgama de emociones que bien podía acabar en un estallido de rabia —lo más habitual—, en una de sus risas para desestresar, o, como en aquel caso…
—Me voy a dormir.
… en una simple sentencia arisca.
El marinero, devoto a su amo, le aseguró que había preparado la mejor habitación para él, y le acompañó hasta su camarote. En seguida tuvo que dar vuelta, sin embargo, al ver el mal genio con el que se encontraba Shaneji.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado