30/11/2018, 19:12
(Última modificación: 30/11/2018, 19:24 por Aotsuki Ayame. Editado 1 vez en total.)
En aquella ocasión, fue Kiroe la que habló:
—Nos gustaría reservar dos habitaciones dobles, por favor. Y una buena cena, claro.
Zetsuo observó a la pastelera de reojo. Por el brillo de sus ojos y la expresión maravillada de su rostro al contemplar los atuendos de los dueños de la posada, cualquiera diría que estaba deseando ponerla en práctica en cuanto llegaran a Amegakure y vestirse a sí misma y a su hijo de bollito andante. Algo que, para su malicioso disfrute, estaría deseando ver. Sobre todo en Amedama Daruu.
—¡Claro! Serían 60 ryō por cada uno, 240 en total. ¡Muuuuuuuuuuuuuuuuchas gracias! —añadió, con una graciosa risilla al final. Aunque Zetsuo y Kōri sólo pudieron estremecerse—. Acabamos de abrir las cocinas, así que podéis ir eligiendo cualquier plato del menú. Con este frío os recomiendo el estofado de ternera para entrar en calor, es la especialidad de la casa. Sin embargo, también tenemos cabritillo asado, pastel de carne picada de ternera con puré de patata, entrecot de ternera... ¡Oh, y para beber les recomiendo nuestra leche! ¡Recién ordeñada de nuestras vacas!
—Para mí el entrecot de ternera. Y para beber, agua —respondió Zetsuo.
«¡¿Leche recién ordeñada?! ¿Pero es que estamos locos?» Completó para sus adentros, completamente disgustado ante aquella falta de salubridad.
—Pastel de carne. Y agua también.
—Muy bien. ¿Y para la mujer y su ternerito?
Al menos no se le había ocurrido llamar "vaca" a Kiroe.
—Nos gustaría reservar dos habitaciones dobles, por favor. Y una buena cena, claro.
Zetsuo observó a la pastelera de reojo. Por el brillo de sus ojos y la expresión maravillada de su rostro al contemplar los atuendos de los dueños de la posada, cualquiera diría que estaba deseando ponerla en práctica en cuanto llegaran a Amegakure y vestirse a sí misma y a su hijo de bollito andante. Algo que, para su malicioso disfrute, estaría deseando ver. Sobre todo en Amedama Daruu.
—¡Claro! Serían 60 ryō por cada uno, 240 en total. ¡Muuuuuuuuuuuuuuuuchas gracias! —añadió, con una graciosa risilla al final. Aunque Zetsuo y Kōri sólo pudieron estremecerse—. Acabamos de abrir las cocinas, así que podéis ir eligiendo cualquier plato del menú. Con este frío os recomiendo el estofado de ternera para entrar en calor, es la especialidad de la casa. Sin embargo, también tenemos cabritillo asado, pastel de carne picada de ternera con puré de patata, entrecot de ternera... ¡Oh, y para beber les recomiendo nuestra leche! ¡Recién ordeñada de nuestras vacas!
—Para mí el entrecot de ternera. Y para beber, agua —respondió Zetsuo.
«¡¿Leche recién ordeñada?! ¿Pero es que estamos locos?» Completó para sus adentros, completamente disgustado ante aquella falta de salubridad.
—Pastel de carne. Y agua también.
—Muy bien. ¿Y para la mujer y su ternerito?
Al menos no se le había ocurrido llamar "vaca" a Kiroe.