8/12/2018, 21:31
Ikari torció el gesto y encorvó todo su cuerpo como un gato asustadizo. Enseñó los colmillos, alzó las uñas y gruñió muy fuerte.
—¡¿Pero qué fenómeno es ese?! ¿le conoces?
Visto lo visto, de que Riko respondió haciendo referencia al nombre de aquel desconocido; tuvo que suponer que sí. Ikari se vio entonces asediada y un tanto comprometida, estaba sola con Riko, su secuestrado, y temía ahora perderlo para siempre.
—Jinmaro murió oficialmente hace séis décadas, pero la realidad es que eligió fingir su muerte para cortar de raíz los lazos que le unían a este pueblucho de mierda y así poder usar sus últimos años de vida para encontrar una cura. ¿No te lo dijo, su madre? él padecía de una enfermedad degenerativa mortal. Una deficiencia ósea que le dejaría inválido con el tiempo, postrado en una cama como un jodido vegetal.
—Qué coño dices. Ese hombre está sano. Es un ninja hábil, se mueve como le da la gana.
—Esa es la cuestión. Durante su peregrinación al País de la Tormenta, lo consiguió. La cura.
—¡¿Pero qué fenómeno es ese?! ¿le conoces?
Visto lo visto, de que Riko respondió haciendo referencia al nombre de aquel desconocido; tuvo que suponer que sí. Ikari se vio entonces asediada y un tanto comprometida, estaba sola con Riko, su secuestrado, y temía ahora perderlo para siempre.
—Jinmaro murió oficialmente hace séis décadas, pero la realidad es que eligió fingir su muerte para cortar de raíz los lazos que le unían a este pueblucho de mierda y así poder usar sus últimos años de vida para encontrar una cura. ¿No te lo dijo, su madre? él padecía de una enfermedad degenerativa mortal. Una deficiencia ósea que le dejaría inválido con el tiempo, postrado en una cama como un jodido vegetal.
—Qué coño dices. Ese hombre está sano. Es un ninja hábil, se mueve como le da la gana.
—Esa es la cuestión. Durante su peregrinación al País de la Tormenta, lo consiguió. La cura.