9/12/2018, 17:36
Se produjo un silencio largo.
Kaido, quien había recibido el Bautizo Draconiano, no se había ganado el derecho a recibirlo. Era algo inaudito en aquella organización —o al menos de forma consciente, pues como ya acababan de descubrir, no era el primero—, y la pauta a seguir en aquellos casos no era ni mucho menos clara.
Y cuando había algo poco claro dentro de la organización, que afectaba al mismísimo corazón de Dragón Rojo, solo quedaban dos cosas. Votar, o…
—La Anciana tiene que saber de esto —Ryū se levantó, sin considerar siquiera la propuesta de Kaido, y desapareció por el enorme pasillo que conducía a las habitaciones.
Muñeca, que en aquel momento quería de todo menos estar acompañada, se fue también. Pero por el camino contrario.
Shaneji se levantó tirando la silla hacia atrás. Enseñaba los dientes, y se le notaba arisco. Caminó hasta Kaido, se inclinó hacia él y le susurró:
—Si valoras tu vida, yo elegiría otro objetivo. —Reventó una estalactita de una patada y se largó por el pasillo como si el mundo entero fuese su enemigo.
Otohime se encendió un cigarrillo.
—Eres un chico enigmático, Kaido —dijo, dando una calada y expulsando el humo hacia un lado.
Kaido, quien había recibido el Bautizo Draconiano, no se había ganado el derecho a recibirlo. Era algo inaudito en aquella organización —o al menos de forma consciente, pues como ya acababan de descubrir, no era el primero—, y la pauta a seguir en aquellos casos no era ni mucho menos clara.
Y cuando había algo poco claro dentro de la organización, que afectaba al mismísimo corazón de Dragón Rojo, solo quedaban dos cosas. Votar, o…
—La Anciana tiene que saber de esto —Ryū se levantó, sin considerar siquiera la propuesta de Kaido, y desapareció por el enorme pasillo que conducía a las habitaciones.
Muñeca, que en aquel momento quería de todo menos estar acompañada, se fue también. Pero por el camino contrario.
Shaneji se levantó tirando la silla hacia atrás. Enseñaba los dientes, y se le notaba arisco. Caminó hasta Kaido, se inclinó hacia él y le susurró:
—Si valoras tu vida, yo elegiría otro objetivo. —Reventó una estalactita de una patada y se largó por el pasillo como si el mundo entero fuese su enemigo.
Otohime se encendió un cigarrillo.
—Eres un chico enigmático, Kaido —dijo, dando una calada y expulsando el humo hacia un lado.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado