9/12/2018, 19:51
Oh, Otohime podía ser una mujer mayor. Pero vaya que le gustaba jugar. Sobre todo con los jodidos supuestos. Para su poca suerte, Kaido también era bastante coqueto en ese aspecto, así que tiró su dado y esperó a ver qué cara le salía. A ver si la suerte, al menos una vez en la vida, decidía sonreírle tal y como hacía él con todo y todos.
Se llevó el dedo índice a la barbilla y arrugó la nariz. Estaba pensando en un lugar adecuado para cavar su propia tumba.
—En algún lugar entre el Bosque de los Hongos y la frontera con el País del Rayo sería lo ideal —sugirió—. hay un par de ninjas de Kusagakure que se toparon con Kaido en una noche turbia, allá en una de sus dos Riberas. Está de más decir que parecían bastante alertados con el hecho de que el pobre escualo no llevase bandana, y cargase una jodida espada gigante a la espalda. Después del alboroto, salieron corriendo a contarle a papá lo sucedido, seguramente.
»En lo personal, no es la muerte más digna ni mucho menos. Pero qué se le va a hacer. Uno no tiene potestad en cuanto cómo abandonamos este mundo tan cruel.
Se llevó el dedo índice a la barbilla y arrugó la nariz. Estaba pensando en un lugar adecuado para cavar su propia tumba.
—En algún lugar entre el Bosque de los Hongos y la frontera con el País del Rayo sería lo ideal —sugirió—. hay un par de ninjas de Kusagakure que se toparon con Kaido en una noche turbia, allá en una de sus dos Riberas. Está de más decir que parecían bastante alertados con el hecho de que el pobre escualo no llevase bandana, y cargase una jodida espada gigante a la espalda. Después del alboroto, salieron corriendo a contarle a papá lo sucedido, seguramente.
»En lo personal, no es la muerte más digna ni mucho menos. Pero qué se le va a hacer. Uno no tiene potestad en cuanto cómo abandonamos este mundo tan cruel.