9/12/2018, 20:42
Un súbito mareo le abordó en cuanto trató de levantarse. Casi que le impidió prestar atención al leve intercambio de ideas entre Otohime y Kyūtsuki. Daba igual, la segunda estaba plenamente dispuesta a ayudarle para encontrar al ingrediente primordial para ella crear aquella diversidad que tan bien le vendría a Dragón Rojo, si Amegakure acababa creyéndoselo.
Finalmente, a la cumbre del túnel, agua. Agua natural. Y un bote.
Kaido subió, débil, y se dejó caer en el taburete.
—Habéis pensado que, aunque encuentren el cadáver y crean realmente que estoy muerto, ¿no puedo llegar a encontrarme con uno de ellos algún día? ¿o es que pensáis que permaneceré encerrado de por vida en estas cavernas de mierda?
Finalmente, a la cumbre del túnel, agua. Agua natural. Y un bote.
Kaido subió, débil, y se dejó caer en el taburete.
—Habéis pensado que, aunque encuentren el cadáver y crean realmente que estoy muerto, ¿no puedo llegar a encontrarme con uno de ellos algún día? ¿o es que pensáis que permaneceré encerrado de por vida en estas cavernas de mierda?