9/12/2018, 21:01
—Sí, ¿pero qué otra opción tenemos si no? —argumentó Daruu—. Primero tendremos que investigar el País del Agua. Este barco se dirige hacia allí directamente, al fin y al cabo... Otra cosa es cómo lo vamos a hacer. Por mucho que me disguste la idea de separarnos, creo que deberíamos ir cada uno en un pájaro y peinar la isla en busca de cualquier cosa sospechosa. Si alguien la ha retenido... yo que sé, campamentos, prisiones improvisadas en torreones. Cualquier cosa.
Zetsuo entornó los ojos peligrosamente, pero antes de que pudiera decir nada, Kōri se adelantó y rompió el silencio en el que llevaba sumido tanto tiempo:
—Daruu, el País del Agua está formado por lo menos por diez islas. Y la isla central, que es la principal, es tan grande que llevaría un día entero recorrerla de un extremo a otro. Y ya no digamos peinar toda su superficie.
—Por no hablar de que separarnos no es una opción, sigues bajo nuestro cuidado Amedama —le recordó, con el ceño fruncido—. Ni siquiera estoy seguro de que el comunicador más avanzado pueda abarcar tal distancia. Y eso si es que contamos con ellos —añadió, dirigiendo una mirada llena de interrogantes a los dos chicos.
Kōri, junto a Daruu, asintió quedamente.
Zetsuo entornó los ojos peligrosamente, pero antes de que pudiera decir nada, Kōri se adelantó y rompió el silencio en el que llevaba sumido tanto tiempo:
—Daruu, el País del Agua está formado por lo menos por diez islas. Y la isla central, que es la principal, es tan grande que llevaría un día entero recorrerla de un extremo a otro. Y ya no digamos peinar toda su superficie.
—Por no hablar de que separarnos no es una opción, sigues bajo nuestro cuidado Amedama —le recordó, con el ceño fruncido—. Ni siquiera estoy seguro de que el comunicador más avanzado pueda abarcar tal distancia. Y eso si es que contamos con ellos —añadió, dirigiendo una mirada llena de interrogantes a los dos chicos.
Kōri, junto a Daruu, asintió quedamente.