13/12/2018, 20:37
Gracias al cansancio, el suelo se le antojaba mucho más cómodo de lo que realmente era. Se quedó tendido con los brazos estirados, enfrente del pequeño cráter aún humeante. Para qué iba a mentir, aunque quisiera, pararse en esos momentos era un esfuerzo titánico casi imposible. "Anda lobo, que de nada te sirve tener una técnica especial super requete secreta hiper mortal si al usarla terminas como una tortilla en plancha." ¿Que analogía existía en aquella frase? Probablemente ninguna. Quizás el mismo esfuerzo le fundió las neuronas. Sudó cómo si hubiese corrido una larga distancia, incluso se permitió respirar hondo mientras cerraba los ojos y dejaba que el aire aliviase sus penas.
"Creí que venir aquí iba a ser interesante, pero no hay nada que me de una pista. Alguna vez mi clan caminó orgulloso aquí, alguna vez nuestras tradiciones fueron importantes y simbólicas para Kumogakure... ¿Algún día Amegakure desaparecerá misma forma? ¿Cuanto sabía realmente de sus orígenes? Su abuelo era muy insistente respecto a los vínculos de hermandad que antaño se forjaban en batalla, el orgullo de los Raikages. ¿Cuanto de eso realmente le importaba a él? "Ahhhhhhhhhh. Cómo odio esto de quedarme quieto, ideas raras se me vienen a la cabeza." Su mente se quedó en blanco unos segundos. "¡Ya sé! Al menos puedo cantar algo para distraerme. ¿Cómo era que decía esa...?" Respiró profundo, y teniendo de público a la montaña y al cielo, las palabras salieron de su boca.
La acapella no era lo suyo, pero a falta de su vieja confiable guitarra, peor era nada. Además, según él, no había nadie para criticarle en ese momento, aunque en el fondo de sus caprichos siempre se había imaginado pronunciando aquellas letras en un gran escenario con cientos de voces ovacionándole.
"Creí que venir aquí iba a ser interesante, pero no hay nada que me de una pista. Alguna vez mi clan caminó orgulloso aquí, alguna vez nuestras tradiciones fueron importantes y simbólicas para Kumogakure... ¿Algún día Amegakure desaparecerá misma forma? ¿Cuanto sabía realmente de sus orígenes? Su abuelo era muy insistente respecto a los vínculos de hermandad que antaño se forjaban en batalla, el orgullo de los Raikages. ¿Cuanto de eso realmente le importaba a él? "Ahhhhhhhhhh. Cómo odio esto de quedarme quieto, ideas raras se me vienen a la cabeza." Su mente se quedó en blanco unos segundos. "¡Ya sé! Al menos puedo cantar algo para distraerme. ¿Cómo era que decía esa...?" Respiró profundo, y teniendo de público a la montaña y al cielo, las palabras salieron de su boca.
Me iré sin decir adiós
Al final de la infancia
Me despido de mi ciudad favorita
Quiero atrapar un anhelo...
Al final de la infancia
Me despido de mi ciudad favorita
Quiero atrapar un anhelo...
La acapella no era lo suyo, pero a falta de su vieja confiable guitarra, peor era nada. Además, según él, no había nadie para criticarle en ese momento, aunque en el fondo de sus caprichos siempre se había imaginado pronunciando aquellas letras en un gran escenario con cientos de voces ovacionándole.