14/12/2018, 19:40
(Última modificación: 15/12/2018, 03:15 por Amedama Daruu. Editado 3 veces en total.
Razón: Estaba pillando la tabla para el siguiente post y edité sin querer esta, así que tuve que revertir cambios porque soy idiota u_u
)
—¡¡Yo tampoco he hecho nada más que insultarte!! ¿¡Tan fina tienes la piel, siendo tan poderosa como se supone que eres!? —bramó Daruu, molesto con la hipocresía de la bestia—. ¡Hablas de los humanos como si todos fueramos la misma persona! ¿¡Acaso todos vosotros sois iguales, entonces!? ¿¡Los nueve!?
Pero Kokuo avanzaba a paso firme y a toda velocidad. Formuló el sello manual del Tigre, y Daruu se puso en guardia. Lo que no esperaba es que la ofensiva viniera desde abajo.
»¡Mier...!
Pero no le dio tiempo a terminar la maldición. Un clon de agua de Kokuo tiró de él hacia abajo. Escuchó el golpe que se le venía por la espalda, sin duda una ola o uno de esos taladros. Debía hacer algo, porque si esa hija de puta le daba, estaría bastante acabado. No tenía mucho tiempo de reacción, de modo que se conformó con pegarle una patada al Mizu Bunshin con el pie libre para destruirlo completamente, al mismo tiempo que paraba el flujo del chakra de golpe en las plantas de los pies, de nuevo, para hundirse.
El taladro de agua le arañó parte del hombro derecho. Quiso gritar, pero sólo consiguió crear unas cuantas burbujas de aire. De todos modos, tenía motivos para alegrarse, porque al final sí que resultó ser el Suigadan, técnica que, de impactar, podría haberle atravesado de parte a parte.
Kokuo corría hacia él antes de realizar la técnica. Lo pagaría caro. Daruu guardó la espada extensible y extendió la mano derecha hacia adelante, transmitiendo una descarga de corriente eléctrica azul que viajó bajo el agua hacia la superficie, buscando el desprevenido cuerpo de Ayame-Kokuo.
Daruu se elevó de nuevo.
—Sólo quieres ser libre, ¿¡no!? ¡Cof! ¡Cof! —tosió. Se llevó la mano rápidamente a su portaobjetos, y se metió en la boca una pequeña píldora. Confiaba en que la medicina aliviara el dolor del hombro un poco.
Pero Kokuo avanzaba a paso firme y a toda velocidad. Formuló el sello manual del Tigre, y Daruu se puso en guardia. Lo que no esperaba es que la ofensiva viniera desde abajo.
»¡Mier...!
Pero no le dio tiempo a terminar la maldición. Un clon de agua de Kokuo tiró de él hacia abajo. Escuchó el golpe que se le venía por la espalda, sin duda una ola o uno de esos taladros. Debía hacer algo, porque si esa hija de puta le daba, estaría bastante acabado. No tenía mucho tiempo de reacción, de modo que se conformó con pegarle una patada al Mizu Bunshin con el pie libre para destruirlo completamente, al mismo tiempo que paraba el flujo del chakra de golpe en las plantas de los pies, de nuevo, para hundirse.
El taladro de agua le arañó parte del hombro derecho. Quiso gritar, pero sólo consiguió crear unas cuantas burbujas de aire. De todos modos, tenía motivos para alegrarse, porque al final sí que resultó ser el Suigadan, técnica que, de impactar, podría haberle atravesado de parte a parte.
Kokuo corría hacia él antes de realizar la técnica. Lo pagaría caro. Daruu guardó la espada extensible y extendió la mano derecha hacia adelante, transmitiendo una descarga de corriente eléctrica azul que viajó bajo el agua hacia la superficie, buscando el desprevenido cuerpo de Ayame-Kokuo.
Daruu se elevó de nuevo.
—Sólo quieres ser libre, ¿¡no!? ¡Cof! ¡Cof! —tosió. Se llevó la mano rápidamente a su portaobjetos, y se metió en la boca una pequeña píldora. Confiaba en que la medicina aliviara el dolor del hombro un poco.
![[Imagen: K02XwLh.png]](https://i.imgur.com/K02XwLh.png)