15/12/2018, 20:30
(Última modificación: 15/12/2018, 20:36 por Aotsuki Ayame. Editado 4 veces en total.)
—¡Tú, engendro, error de la naturaleza, monstruo sin empatía! —gritó Zetsuo, envalentonado—. Te está ganando una niña pequeña. ¿Qué te parece? ¡Sométete al superior orden natural del ser humano, bestia! ¡Sométete! ¡Eres nuestra!
Kokuō apretó las mandíbulas y el vaho brotó de entre sus labios cuando profirió un profundo gruñido nacido desde lo más profundo de su pecho. Presa de la ira, el iris aguamarina de la Bestia se clavó en el médico, sedienta de sangre y de muerte. Aquel hombre... lo recordaba perfectamente. Aquel maldito shinobi había sido uno de los que la habían reducido y sellado cuando resurgió en la Ciudad Fantasma. ¡Y ahora se estaba atreviendo a ningunearla y despreciarla de aquella manera! El Bijū sacudió la cabeza con energía e impuso su presencia, reclamando el terreno perdido en aquel tira y afloja, y el agarre de la parte de Ayame perdió fuerza momentáneamente. Y eso le permitió a Kokuō volver a centrar el disparo en sus objetivos. La esfera de energía se condensó hasta su máximo y el aire se volvió terriblemente pesado. Tanto que incluso dificultaba ser respirado. Kokuō estaba poniendo todas sus energías en aquella bomba, tal era el odio que sentía.
—¿¡Qué haces, Zetsuo!? —murmuró Kiroe, asustada.
Pero Zetsuo la ignoró y se dirigió directamente a su hija:
—¡¡AYAME!! ¿¡QUIÉN ERES!? ¿¡QUÉ ERES!?
Y aquellas cuatro palabras reavivaron una tormenta tiempo atrás prácticamente moribunda. Nació en su pecho como un estallido y se propagó por el resto de su cuerpo, revitalizándola, devolviéndola a la vida. El agua volvió a alzarse y la fuerza del oleaje retó al acantilado con la más fuerte de las embestidas, dispuesto a derrumbarlo.
—¡¡¡¡AAAAAAAAOTSUKI AYAMEEEEEEEEE!!!!
Ayame volvió a tirar de la cuerda, volvió a aferrarse con todas sus fuerzas a su brazo derecho y lo obligó a alzarse en el aire justo en el momento en el Kokuō disparó. La bomba ascendió a toda velocidad con un silbido hipersónico, atravesó el aire, las nubes se desintegraron a su paso formando anillos perfectos y cuando la esfera se hizo tan pequeña en la distancia que se hizo imposible de ver...
¡¡¡¡¡BOOOOOOOOOOOOOM!!!!!
Kokuō apretó las mandíbulas y el vaho brotó de entre sus labios cuando profirió un profundo gruñido nacido desde lo más profundo de su pecho. Presa de la ira, el iris aguamarina de la Bestia se clavó en el médico, sedienta de sangre y de muerte. Aquel hombre... lo recordaba perfectamente. Aquel maldito shinobi había sido uno de los que la habían reducido y sellado cuando resurgió en la Ciudad Fantasma. ¡Y ahora se estaba atreviendo a ningunearla y despreciarla de aquella manera! El Bijū sacudió la cabeza con energía e impuso su presencia, reclamando el terreno perdido en aquel tira y afloja, y el agarre de la parte de Ayame perdió fuerza momentáneamente. Y eso le permitió a Kokuō volver a centrar el disparo en sus objetivos. La esfera de energía se condensó hasta su máximo y el aire se volvió terriblemente pesado. Tanto que incluso dificultaba ser respirado. Kokuō estaba poniendo todas sus energías en aquella bomba, tal era el odio que sentía.
—¿¡Qué haces, Zetsuo!? —murmuró Kiroe, asustada.
Pero Zetsuo la ignoró y se dirigió directamente a su hija:
—¡¡AYAME!! ¿¡QUIÉN ERES!? ¿¡QUÉ ERES!?
Y aquellas cuatro palabras reavivaron una tormenta tiempo atrás prácticamente moribunda. Nació en su pecho como un estallido y se propagó por el resto de su cuerpo, revitalizándola, devolviéndola a la vida. El agua volvió a alzarse y la fuerza del oleaje retó al acantilado con la más fuerte de las embestidas, dispuesto a derrumbarlo.
—¡¡¡¡AAAAAAAAOTSUKI AYAMEEEEEEEEE!!!!
Ayame volvió a tirar de la cuerda, volvió a aferrarse con todas sus fuerzas a su brazo derecho y lo obligó a alzarse en el aire justo en el momento en el Kokuō disparó. La bomba ascendió a toda velocidad con un silbido hipersónico, atravesó el aire, las nubes se desintegraron a su paso formando anillos perfectos y cuando la esfera se hizo tan pequeña en la distancia que se hizo imposible de ver...
¡¡¡¡¡BOOOOOOOOOOOOOM!!!!!