7/10/2015, 18:07
A aquel joven viajero parecía interesarle cada vez más el tema. Aunque seguramente en algún momento le pareció extraño conversarlo en una situación como aquella. Pero de vez en cuando todos necesitan sentarse a reflexionar sobre su definición del mundo.
Mientras hablaba, Karamaru realizo una pregunta bastante acertada. Se refería a la correlación entre justicia y ley. Definiciones que están tan juntas que en ocasiones se dificulta diferenciarlas entre sí.
Se acomodo un poco más en el suelo mientras fijaba sus ojos en las estrellas antes de hablar.
—Es un poco complicado, pero si tuviera que describirlo diría que las leyes son el preámbulo de la justicia. Claro eso sin tomar en cuenta si son o no correctas, me refiero a tratándolas como un sistema binario.
—Solo se puede pedir justicia cuando la ley o en su defecto el orden se ve alterado.
—Por ejemplo; hay una ley que impide robar, mientras nadie robe la ley estará intacta y no habrá justicia que aplicar. Pero cuando alguien rompa dicha ley, es que hará acto de presencia la “justicia” para tratar de enmendar el daño hecho.
—Es decir que aunque ambas son distintas, ninguna puede existir sin el concepto de la otra. Existe la ley que tiene la intención de mantener el “control y el orden”. Cuando se ve alterada aparece la “justicia” que dicta cual fue el mal ocurrido. De ultimo aparece el “castigo” que al aplicarse tiene la intención de sentar un ejemplo para disuadir a quienes pudieran atentar contra la ley.
—Lo curioso es que como sistema suena perfecto, pero no es perfectamente aplicable debido a la naturaleza humana.
Antes de cavilar más decidió responder a la pregunta del joven con su propia opinión.
—Se podría decir que lo justo es algo que se decide por mayoría. En una aldea, digamos que por el Kage y el consejo. Si una mayoría decide que algo es justo pues como justo quedara. Claro el gobernante y su similares políticos no son una mayoría. Pero representan a todos y por lo tanto tienen el poder de todos a los que representan.
—Por supuesto que el objetivo de la mayoría se distorsiona al utilizar de medio de expresión a unas pocas personas. Pero ya teniendo ese poder, deciden que es justo, deciden que leyes son las adecuadas para proteger lo justo y deciden que castigos son adecuados para hacer respetar las leyes.
—Seria como decir: Ustedes el pueblo me dan el poder y confían en mi interpretación de sus intenciones. Así que ahora que soy y represento mayoría, decidiré según mi albedrío lo que es la justicia y sus relacionados.
—Al final pareciera resultar un mal necesario.
—Pregúntate a ti mismo, si tú y muchos otros en tu aldea están de acuerdo con el sistema. Luego pregúntate que sería de tu aldea sin ese mismo sistema.
Mientras hablaba, Karamaru realizo una pregunta bastante acertada. Se refería a la correlación entre justicia y ley. Definiciones que están tan juntas que en ocasiones se dificulta diferenciarlas entre sí.
Se acomodo un poco más en el suelo mientras fijaba sus ojos en las estrellas antes de hablar.
—Es un poco complicado, pero si tuviera que describirlo diría que las leyes son el preámbulo de la justicia. Claro eso sin tomar en cuenta si son o no correctas, me refiero a tratándolas como un sistema binario.
—Solo se puede pedir justicia cuando la ley o en su defecto el orden se ve alterado.
—Por ejemplo; hay una ley que impide robar, mientras nadie robe la ley estará intacta y no habrá justicia que aplicar. Pero cuando alguien rompa dicha ley, es que hará acto de presencia la “justicia” para tratar de enmendar el daño hecho.
—Es decir que aunque ambas son distintas, ninguna puede existir sin el concepto de la otra. Existe la ley que tiene la intención de mantener el “control y el orden”. Cuando se ve alterada aparece la “justicia” que dicta cual fue el mal ocurrido. De ultimo aparece el “castigo” que al aplicarse tiene la intención de sentar un ejemplo para disuadir a quienes pudieran atentar contra la ley.
—Lo curioso es que como sistema suena perfecto, pero no es perfectamente aplicable debido a la naturaleza humana.
Antes de cavilar más decidió responder a la pregunta del joven con su propia opinión.
—Se podría decir que lo justo es algo que se decide por mayoría. En una aldea, digamos que por el Kage y el consejo. Si una mayoría decide que algo es justo pues como justo quedara. Claro el gobernante y su similares políticos no son una mayoría. Pero representan a todos y por lo tanto tienen el poder de todos a los que representan.
—Por supuesto que el objetivo de la mayoría se distorsiona al utilizar de medio de expresión a unas pocas personas. Pero ya teniendo ese poder, deciden que es justo, deciden que leyes son las adecuadas para proteger lo justo y deciden que castigos son adecuados para hacer respetar las leyes.
—Seria como decir: Ustedes el pueblo me dan el poder y confían en mi interpretación de sus intenciones. Así que ahora que soy y represento mayoría, decidiré según mi albedrío lo que es la justicia y sus relacionados.
—Al final pareciera resultar un mal necesario.
—Pregúntate a ti mismo, si tú y muchos otros en tu aldea están de acuerdo con el sistema. Luego pregúntate que sería de tu aldea sin ese mismo sistema.