16/12/2018, 19:49
Kenzou asintió varias veces, complacido ante la respuesta de Juro.
—Sí. Sí. Tiene un gran potencial, eso desde luego. Pero no deja de ser un genin recién salido de la academia. Como lo fuiste tú, o como lo fui yo mismo hace muchos años —le guiñó un ojo, cómplice—. Estoy seguro de que, como jonin, serás un gran sensei para él. Y que sabrás guiarle por el camino correcto.
»Y no necesitas darme las gracias por eso Juro, como vuestro Kage velo por la seguridad de toda mi aldea como si fuérais mis propios hijos. Y, si necesitas cualquier cosa o necesitas hablar sobre el bijuu o cualquier problema que te reconcoma la cabeza, ya sabes dónde puedes encontrarme.
Kenzou despidió al muchacho correspondiendo a su inclinación de cabeza y, cuando la puerta del despacho se cerró tras la marcha del chico, dejó escapar un largo y tendido suspiro. Con gesto lánguido, abrió el cajón de su escritorio y sacó dos rollos de pergamino, su pluma y su sello identificativo.
Era hora de reunir de nuevo a las tres aldeas.
—Sí. Sí. Tiene un gran potencial, eso desde luego. Pero no deja de ser un genin recién salido de la academia. Como lo fuiste tú, o como lo fui yo mismo hace muchos años —le guiñó un ojo, cómplice—. Estoy seguro de que, como jonin, serás un gran sensei para él. Y que sabrás guiarle por el camino correcto.
»Y no necesitas darme las gracias por eso Juro, como vuestro Kage velo por la seguridad de toda mi aldea como si fuérais mis propios hijos. Y, si necesitas cualquier cosa o necesitas hablar sobre el bijuu o cualquier problema que te reconcoma la cabeza, ya sabes dónde puedes encontrarme.
Kenzou despidió al muchacho correspondiendo a su inclinación de cabeza y, cuando la puerta del despacho se cerró tras la marcha del chico, dejó escapar un largo y tendido suspiro. Con gesto lánguido, abrió el cajón de su escritorio y sacó dos rollos de pergamino, su pluma y su sello identificativo.
Era hora de reunir de nuevo a las tres aldeas.