17/12/2018, 01:10
—Cuando salimos de Amegakure, me esperaba cualquier cosa menos esto. Santo Dios... —murmuró una consternada Kiroe.
Y no era la única que tenía aquellos pensamientos. Habían imaginado que Ayame había sido atacada, que la habían secuestrado, que quizás podría estar muerta... ¡Maldita sea, si incluso habían llegado a sopesar la idea de que se hubiera marchado por su propio pie! ¿Qué mente enferma habría podido llegar a imaginar una escena remotamente similar a la que estaban presenciando en aquellos instantes? Ni la más loca.
Quizás busca venganza por lo que hicieron nuestros primeros Kage —continuó la mujer.
Pero su hijo la contradijo:
—No. Eso es lo de menos. Esto es por lo que hicieron las Cinco Grandes.
—Pero nosotros no...
—Para ella... para ellos no somos nada más que humanos. Como para nosotros no eran nada más que bijuu, sin nombre propio. Probablemente les de igual.
Daruu suspiró y se levantó a duras penas. Pero Zetsuo no reaccionó. Sombrío, se mantenía con la cabeza gacha, sus ojos turquesa apuñalando a Kokuo sin piedad. Si no fuera porque seguía siendo el cuerpo de Ayame, cualquiera podría apostar a que Zetsuo se moría de ganas por destrozarlo entre sus manos y borrar al Gobi fe la faz de Oonindo. Se había mantenido en silencio mientras Daruu y su madre conversaban, pero su mente zumbaba como volcán a punto de entrar en erupción. Y vaya si lo hizo.
—¡Me importa una mierda! —bramó, fuera de sí. E incluso Kori se sobresalió ante el súbito estallido—. ¡¡Me importa una mierda lo que sean, o si tienen nombre, o si tienen conciencia!! ¡¡Son MONSTRUOS!! ¡¡BESTIAS INMUNDAS SEDIENTAS DE SANGRE!! ¡¡Y PIENSO RECUPERAR A MI HIJA AUNQUE TENGA QUE HACERLES FRENTE A TODOS A LA VEZ!!
»¡¡VOLVAMOS A AMEGAKURE DE INMEDIATO!!
Y no era la única que tenía aquellos pensamientos. Habían imaginado que Ayame había sido atacada, que la habían secuestrado, que quizás podría estar muerta... ¡Maldita sea, si incluso habían llegado a sopesar la idea de que se hubiera marchado por su propio pie! ¿Qué mente enferma habría podido llegar a imaginar una escena remotamente similar a la que estaban presenciando en aquellos instantes? Ni la más loca.
Quizás busca venganza por lo que hicieron nuestros primeros Kage —continuó la mujer.
Pero su hijo la contradijo:
—No. Eso es lo de menos. Esto es por lo que hicieron las Cinco Grandes.
—Pero nosotros no...
—Para ella... para ellos no somos nada más que humanos. Como para nosotros no eran nada más que bijuu, sin nombre propio. Probablemente les de igual.
Daruu suspiró y se levantó a duras penas. Pero Zetsuo no reaccionó. Sombrío, se mantenía con la cabeza gacha, sus ojos turquesa apuñalando a Kokuo sin piedad. Si no fuera porque seguía siendo el cuerpo de Ayame, cualquiera podría apostar a que Zetsuo se moría de ganas por destrozarlo entre sus manos y borrar al Gobi fe la faz de Oonindo. Se había mantenido en silencio mientras Daruu y su madre conversaban, pero su mente zumbaba como volcán a punto de entrar en erupción. Y vaya si lo hizo.
—¡Me importa una mierda! —bramó, fuera de sí. E incluso Kori se sobresalió ante el súbito estallido—. ¡¡Me importa una mierda lo que sean, o si tienen nombre, o si tienen conciencia!! ¡¡Son MONSTRUOS!! ¡¡BESTIAS INMUNDAS SEDIENTAS DE SANGRE!! ¡¡Y PIENSO RECUPERAR A MI HIJA AUNQUE TENGA QUE HACERLES FRENTE A TODOS A LA VEZ!!
»¡¡VOLVAMOS A AMEGAKURE DE INMEDIATO!!