21/12/2018, 23:43
Shanise fue la primera en reaccionar ante el descubrimiento. Su rostro se había iluminado súbitamente al reconocer a Ayame, pero no tardó en teñirse del color de la preocupación al verla de verdad: Sus nuevos rasgos, aquellas ropas que no eran sus ropas habituales, sus manos esposadas tras la espalda, sus tobillos atados con hilo de alambre... La mujer se agachó junto a ella para apartar uno de aquellos mechones blanquecinos, que se desparramaba sobre su rostro, y el Gobi gruñó suavemente y frunció el ceño en una mueca de malestar... pero afortunadamente no llegó a despertar.
—Ayame-chan… —murmuró la mano derecha de la Arashikage, aliviada al ver a la muchacha en buen estado pese a su condición. Zetsuo recordó entonces que, irónicamente y pese al terror que sentía hacia su superiora, Ayame y aquella mujer guardaban una relación bastante estrecha. Sin embargo, una vez comprobado lo que deseaba comprobar, el gesto de Shanise volvía a ser de acero y se levantó—. Así que es cierto. ¿Le han revertido el sello?
—Hablad —exigió Yui.
Y, aún sin levantarse, fue Zetsuo quien tomó el mando de la palabra.
—Es cierto, Yui-sama —admitió, con profunda amargura—. Por lo que sabemos, Ayame había ido a Tanzaku Gai y a la vuelta se encontró con una mujer en el Valle del Fin. Kuroyuki es su nombre. Al parecer la reconoció de inmediato como la Jinchūriki de Amegakure, ella intentó huir, pero terminó siendo abatida... y revertieron el sello —Zetsuo apretó las mandíbulas, preso de rabia—. Ahora es el Gobi el que controla su cuerpo, y Ayame está sellada dentro de su propio cuerpo como lo había estado el Bijū.
—Ayame-chan… —murmuró la mano derecha de la Arashikage, aliviada al ver a la muchacha en buen estado pese a su condición. Zetsuo recordó entonces que, irónicamente y pese al terror que sentía hacia su superiora, Ayame y aquella mujer guardaban una relación bastante estrecha. Sin embargo, una vez comprobado lo que deseaba comprobar, el gesto de Shanise volvía a ser de acero y se levantó—. Así que es cierto. ¿Le han revertido el sello?
—Hablad —exigió Yui.
Y, aún sin levantarse, fue Zetsuo quien tomó el mando de la palabra.
—Es cierto, Yui-sama —admitió, con profunda amargura—. Por lo que sabemos, Ayame había ido a Tanzaku Gai y a la vuelta se encontró con una mujer en el Valle del Fin. Kuroyuki es su nombre. Al parecer la reconoció de inmediato como la Jinchūriki de Amegakure, ella intentó huir, pero terminó siendo abatida... y revertieron el sello —Zetsuo apretó las mandíbulas, preso de rabia—. Ahora es el Gobi el que controla su cuerpo, y Ayame está sellada dentro de su propio cuerpo como lo había estado el Bijū.