22/12/2018, 01:09
—¡Ya lo sé! No soy idiota —replicó Daruu, sin dejarle terminar—, pero tampoco soy Amekoro Yui. Sólo me limito a decir que Kokuō no me hubiese convencido de nada. Yo soy el primero que considera una aberración que Ayame haya enviado nada a Uzushiogakure. El mero hecho de reunirse con un ninja de esa aldea tan lejos de casa es, ya si dejamos pasar la traición, algo muy temerario.
Pero Kōri volvió a negar con la cabeza.
—No me has dejado terminar, Daruu-kun —le reprendió, aunque, como siempre, no había ni un ápice de emoción en su voz—. Lo que quería decir es que, si podemos evitarlo, Yui-sama no debe saber nada de eso. Ya conoces lo explosiva e imprevisible que puede llegar a ser. Ya nos encargaremos nosotros de pedirle explicaciones a Ayame cuando regrese... y de reprenderla si es necesario —añadió, tan gélido y duro como sólo el hielo podía ser—. Pero no podemos permitir que la tachen de traidora, y mucho menos ahora según como están las cosas.
Pero Kōri volvió a negar con la cabeza.
—No me has dejado terminar, Daruu-kun —le reprendió, aunque, como siempre, no había ni un ápice de emoción en su voz—. Lo que quería decir es que, si podemos evitarlo, Yui-sama no debe saber nada de eso. Ya conoces lo explosiva e imprevisible que puede llegar a ser. Ya nos encargaremos nosotros de pedirle explicaciones a Ayame cuando regrese... y de reprenderla si es necesario —añadió, tan gélido y duro como sólo el hielo podía ser—. Pero no podemos permitir que la tachen de traidora, y mucho menos ahora según como están las cosas.