22/12/2018, 18:43
El encapuchado soltó una risilla, sin siquiera mirarle, en una actitud totalmente despreocupada. Y eso, de algún modo, le daba respeto. ¿Quién coño se colaba en la casa de un ninja y actuaba con tanta tranquilidad al ser descubierto?
Datsue se pasó la lengua por las encías y recorrió con la mirada el resto de la habitación. ¿Le habría dejado algún tipo de trampa? ¿A qué coño se estaba enfrentando? ¿Y a qué se refería con el equipo de ANBUs? ¿Darse cuenta que se había colado en su casa… o en la Villa? Por el modo en que hablaba, no parecía un uzujin. O si lo era, uno resentido. ¿Un seguidor de Zoku? Un... «¿Un jodido General de Kurama?»
Le recorrió un sudor frío. Su mente, no obstante, le decía que algo fallaba en aquellas hipótesis. Ningún seguidor de Zoku o General de Kurama le llamaría camarada.
Abrió la boca para decirle al encapuchado que, quizá, no solo debería preocuparse por los ANBUs, sino por Datsue mismo. Y se quedó así, boquiabierto, porque fue como si le hubiese caído un rayo encima. Uno de clarividencia. Uno de comprensión.
Antes había oído a Shukaku y, en ese momento, había creído que solo quería provocarle. Hacerle daño. Infundirle miedo. Pero ahora estaba más que claro que estaba sucediendo algo, y sus últimas palabras habían sido…
—No… —murmuró, para sí. Retuvo las lágrimas en sus ojos. No iba a derramar una sola. Se negaba. ¡Se negaba a aceptar semejante chorrada! No podía ser, no podía ser, no podía ser... Y, aún así, se obligó a preguntarlo—. ¿Qué está pasando? —Su voz sonó a súplica. Quería que le dijesen que todo estaba bien. Quería que le dijesen que no había pasado nada. Quería que alguien, quien fuese, hiciese desaparecer ese vacío tan grande que estaba sintiendo en el pecho.
Datsue se pasó la lengua por las encías y recorrió con la mirada el resto de la habitación. ¿Le habría dejado algún tipo de trampa? ¿A qué coño se estaba enfrentando? ¿Y a qué se refería con el equipo de ANBUs? ¿Darse cuenta que se había colado en su casa… o en la Villa? Por el modo en que hablaba, no parecía un uzujin. O si lo era, uno resentido. ¿Un seguidor de Zoku? Un... «¿Un jodido General de Kurama?»
Le recorrió un sudor frío. Su mente, no obstante, le decía que algo fallaba en aquellas hipótesis. Ningún seguidor de Zoku o General de Kurama le llamaría camarada.
Abrió la boca para decirle al encapuchado que, quizá, no solo debería preocuparse por los ANBUs, sino por Datsue mismo. Y se quedó así, boquiabierto, porque fue como si le hubiese caído un rayo encima. Uno de clarividencia. Uno de comprensión.
Antes había oído a Shukaku y, en ese momento, había creído que solo quería provocarle. Hacerle daño. Infundirle miedo. Pero ahora estaba más que claro que estaba sucediendo algo, y sus últimas palabras habían sido…
—No… —murmuró, para sí. Retuvo las lágrimas en sus ojos. No iba a derramar una sola. Se negaba. ¡Se negaba a aceptar semejante chorrada! No podía ser, no podía ser, no podía ser... Y, aún así, se obligó a preguntarlo—. ¿Qué está pasando? —Su voz sonó a súplica. Quería que le dijesen que todo estaba bien. Quería que le dijesen que no había pasado nada. Quería que alguien, quien fuese, hiciese desaparecer ese vacío tan grande que estaba sintiendo en el pecho.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado