22/12/2018, 22:41
—Lo peor de todo —añadió Daruu—. Es que todavía no hemos asimilado lo peor.
Kōri le miró, interrogante, pero su pupilo no tardó en completar sus pensamientos:
—Quiero decir... incluso si consiguen revertir el sello de nuevo, Ayame seguiría estando en peligro. Me imagino que si Kurama se entera, irá otra vez a por ella para volvérselo a revertir, ¿no? —preguntó, hundiéndose en la silla—. Por no hablar de que si realmente ese tipo anda reclutando bijuus y humanos, lo más seguro es que quiera una guerra. Una guerra, por Amenokami... no estamos preparados.
El Hielo tardó algunos segundos en responder. Y para cuando lo hizo volvía a tener la mirada hundida en el vaso, ahora vacío.
—Si consiguen revertir el sellado, lo más probable es que vuelvan a recluir a Ayame dentro de la aldea —afirmó, acariciando con la yema del dedo el cristal. Podía imaginar a la perfección la reacción de su hermana si se llegaba a dar el caso. La muchacha había pasado varios meses encerradas entre los muros de aquella ciudad como castigo a su falta de autocontrol, y ahora que había recuperado la libertad, era muy posible que le volvieran a cortar las alas por su propia seguridad—. Tampoco conocemos los planes que tiene el Nueve Colas, quizás sólo quiere liberar al resto de bijuus sellados. Pero, sea como sea, lo mejor será que estemos preparados para cualquier cosa que pueda suceder. Y estas disputas entre las aldeas sólo nos perjudican a nosotros.
Kōri le miró, interrogante, pero su pupilo no tardó en completar sus pensamientos:
—Quiero decir... incluso si consiguen revertir el sello de nuevo, Ayame seguiría estando en peligro. Me imagino que si Kurama se entera, irá otra vez a por ella para volvérselo a revertir, ¿no? —preguntó, hundiéndose en la silla—. Por no hablar de que si realmente ese tipo anda reclutando bijuus y humanos, lo más seguro es que quiera una guerra. Una guerra, por Amenokami... no estamos preparados.
El Hielo tardó algunos segundos en responder. Y para cuando lo hizo volvía a tener la mirada hundida en el vaso, ahora vacío.
—Si consiguen revertir el sellado, lo más probable es que vuelvan a recluir a Ayame dentro de la aldea —afirmó, acariciando con la yema del dedo el cristal. Podía imaginar a la perfección la reacción de su hermana si se llegaba a dar el caso. La muchacha había pasado varios meses encerradas entre los muros de aquella ciudad como castigo a su falta de autocontrol, y ahora que había recuperado la libertad, era muy posible que le volvieran a cortar las alas por su propia seguridad—. Tampoco conocemos los planes que tiene el Nueve Colas, quizás sólo quiere liberar al resto de bijuus sellados. Pero, sea como sea, lo mejor será que estemos preparados para cualquier cosa que pueda suceder. Y estas disputas entre las aldeas sólo nos perjudican a nosotros.