24/12/2018, 20:47
Kazuma observo a su sensei, tratando de dilucidar si sus últimas palabras habían sido una broma o eran su conclusión lógica. Quizás, había visto completamente a través de él y entendía cuál era la emoción que lo embargaba.
—La recuerdo perfectamente, era una de las escasas personas que no me trataba como un palurdo —confeso, demostrando que guardaba una buena impresión de ella—. Además, creo imposible el que la carta sea una falsificación: fuimos a las mismas lecciones de caligrafía, por lo que conozco su modo perfeccionista de escribir.
Hasta allí, parecía no haber problema que justificase su malestar; pero no toda su historia juntos eran buenos recuerdos.
—Aun siendo ella una persona de carácter reservado y amable, hicimos buenas migas… Quizás fue porque ambos carecíamos de otros amigos. Comenzamos a frecuentar juntos algunos lugares inusuales para chicos como nosotros: la biblioteca, el teatro. Pero un día sus padres se enteraron, y parece que una familia de alcurnia como los Ooyagi no aceptan que uno de los suyos fuera influido o amistado por un provinciano con aires de bicho raro.
Y aquello no resultaba lo peor de todo, pues su propio accionar era lo que ahora lo colocaba en una situación difícil.
—En fin, que… —se detuvo un momento, como si se estuviese saboreando algo amargo, pero manteniendo su mirada serena—. Me moleste con ella, pues no concebía que no se atreviese a desafiar a sus padres, pese a afirmar que aun quería ser mi amiga… Y bueno, le dije cosas que no pensé, cosas muy duras y que ciertamente le hirieron.
»Así que nos despedimos en malos términos, por lo que ahora me pregunto, siendo las cosas como fueron, ¿A qué viene esta carta y cuáles son sus intenciones?
—La recuerdo perfectamente, era una de las escasas personas que no me trataba como un palurdo —confeso, demostrando que guardaba una buena impresión de ella—. Además, creo imposible el que la carta sea una falsificación: fuimos a las mismas lecciones de caligrafía, por lo que conozco su modo perfeccionista de escribir.
Hasta allí, parecía no haber problema que justificase su malestar; pero no toda su historia juntos eran buenos recuerdos.
—Aun siendo ella una persona de carácter reservado y amable, hicimos buenas migas… Quizás fue porque ambos carecíamos de otros amigos. Comenzamos a frecuentar juntos algunos lugares inusuales para chicos como nosotros: la biblioteca, el teatro. Pero un día sus padres se enteraron, y parece que una familia de alcurnia como los Ooyagi no aceptan que uno de los suyos fuera influido o amistado por un provinciano con aires de bicho raro.
Y aquello no resultaba lo peor de todo, pues su propio accionar era lo que ahora lo colocaba en una situación difícil.
—En fin, que… —se detuvo un momento, como si se estuviese saboreando algo amargo, pero manteniendo su mirada serena—. Me moleste con ella, pues no concebía que no se atreviese a desafiar a sus padres, pese a afirmar que aun quería ser mi amiga… Y bueno, le dije cosas que no pensé, cosas muy duras y que ciertamente le hirieron.
»Así que nos despedimos en malos términos, por lo que ahora me pregunto, siendo las cosas como fueron, ¿A qué viene esta carta y cuáles son sus intenciones?
![[Imagen: aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif]](https://i.pinimg.com/originals/aa/b6/87/aab687219fe81b12d60db220de0dd17c.gif)