29/12/2018, 20:21
—Nueve —respondió con franqueza Zetsuo.
Kurama era el Kyūbi. Yui se pasó la lengua por los dientes, pensativa. Nueve colas, ocho Generales a su disposición. ¿Habrían liberado ya a algún otro bijū? ¿Lo tendrían ya entre sus filas?
Necesitaba datos. Más datos.
—Algunos de sus ninjas se cruzaron con ella —respondió Shanise, a Zetsuo.
—¿Qué piensa hacer con... Ayame, Yui-sama?
—Revertir el jodido sello y devolver las cosas a su puto sitio natural —dijo sin necesidad de pensarlo—. Shanise, ve a avisar a los especialistas en fūinjutsu. Que se preparen para estudiar el sello. —En realidad, llevaban días preparándose. Aunque sin ver primero el sello en cuestión, poco había que hacer.
Shanise asintió y salió del despacho.
—Vamos, despertadla. —Quería ver al Gobi en el cuerpo de Ayame con sus propios ojos.
Kurama era el Kyūbi. Yui se pasó la lengua por los dientes, pensativa. Nueve colas, ocho Generales a su disposición. ¿Habrían liberado ya a algún otro bijū? ¿Lo tendrían ya entre sus filas?
Necesitaba datos. Más datos.
—Algunos de sus ninjas se cruzaron con ella —respondió Shanise, a Zetsuo.
—¿Qué piensa hacer con... Ayame, Yui-sama?
—Revertir el jodido sello y devolver las cosas a su puto sitio natural —dijo sin necesidad de pensarlo—. Shanise, ve a avisar a los especialistas en fūinjutsu. Que se preparen para estudiar el sello. —En realidad, llevaban días preparándose. Aunque sin ver primero el sello en cuestión, poco había que hacer.
Shanise asintió y salió del despacho.
—Vamos, despertadla. —Quería ver al Gobi en el cuerpo de Ayame con sus propios ojos.