29/12/2018, 23:29
«¿Qué coño…?» ¿Unírsele a él? «¡Qué huev…!» Yubiwa alzó una mano y le pidió que esperase. Uno a uno, fue describiendo todos los pensamientos que a Datsue se le iban pasando por la cabeza. Porque sí, era de tener unos huevazos increíbles. Un Uchiha que había alcanzado el Mangekyō Sharingan, con un bijū en su interior, para más inri. Por no hablar de que, ¿qué se le había perdido a él en Kusa? Por no mencionar… «Joder, este tío me lee la mente, ¿o qué?»
Pero en medio de la conversación, Yubiwa dio un quiebro. No era de Kusagakure de lo que quería hablarle, sino de Takigakure. Se le puso la piel de gallina al escuchar aquel nombre. Estaba convencido de no haberlo oído en su vida, y aún así, por alguna extraña razón, se le hacía familiar.
Oyó atónito el destino al que había sucumbido aquella Villa, por un Kenzou que —creía que nunca iba a pensar esto de nadie en la vida— dejaba a Zoku a la altura del betún. Había aniquilado Takigakure… y cualquier recuerdo que hubiese existido de él.
Fue en ese preciso momento, cuando su mente hizo clic. Justo cuando Yubiwa mencionó que les había borrado del mapa. Esa frase… Había pensado exactamente lo mismo de otra cosa. De alguien.
Desvió la mirada hacia el dibujo de Nekomusume que había colgado en su tablón. El único recuerdo que conservaba. La única prueba de que había existido. Sí, ahora recordaba en qué momento lo había pensado. Había sido una única excepción, y es que, por lo demás, había aceptado su evaporación de Oonindo. Yubiwa le mostraba el otro camino: el de sublevarse a la realidad establecida.
—Yo… —Se le pasaban mil cosas por la cabeza—. Si hubieses venido a mí hace años… —Quizá entonces… Pero, ¿ahora?—. Me debo a mi Villa. Me debo a Uzu —le dijo. Se dijo—. A mi Hermano. A mis amigos…
Pero en medio de la conversación, Yubiwa dio un quiebro. No era de Kusagakure de lo que quería hablarle, sino de Takigakure. Se le puso la piel de gallina al escuchar aquel nombre. Estaba convencido de no haberlo oído en su vida, y aún así, por alguna extraña razón, se le hacía familiar.
Oyó atónito el destino al que había sucumbido aquella Villa, por un Kenzou que —creía que nunca iba a pensar esto de nadie en la vida— dejaba a Zoku a la altura del betún. Había aniquilado Takigakure… y cualquier recuerdo que hubiese existido de él.
Fue en ese preciso momento, cuando su mente hizo clic. Justo cuando Yubiwa mencionó que les había borrado del mapa. Esa frase… Había pensado exactamente lo mismo de otra cosa. De alguien.
Desvió la mirada hacia el dibujo de Nekomusume que había colgado en su tablón. El único recuerdo que conservaba. La única prueba de que había existido. Sí, ahora recordaba en qué momento lo había pensado. Había sido una única excepción, y es que, por lo demás, había aceptado su evaporación de Oonindo. Yubiwa le mostraba el otro camino: el de sublevarse a la realidad establecida.
—Yo… —Se le pasaban mil cosas por la cabeza—. Si hubieses venido a mí hace años… —Quizá entonces… Pero, ¿ahora?—. Me debo a mi Villa. Me debo a Uzu —le dijo. Se dijo—. A mi Hermano. A mis amigos…
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado