30/12/2018, 20:21
Finalmente Ikari también había aceptado, ¿Qué iba a hacer si no? Por lo que unas horas después de allí, y después de desandar el camino que habían realizado hasta el pueblo de Jinmaro, volviendo al pequeño campamento donde la Tribu le había mantenido preso, aunque por suerte para el uzujin, la situación había cambiado un poco, al menos no estaba en una jaula metido y eso era un alivio.
Unas antorchas ayudaban a sus inexpertos ojos a guiarse en la oscuridad que proporcionaba la frondosidad de aquellos bosques del Paraje del Bambú, permitiéndole ver a algo más que un palmo de su frente.
De repente el Kaguya notó que una presencia se acercaba a una posición, ansioso, o al menos eso aparentaba por sus pasos.
—Si las cosas se ponen feas, y ellos tienen que caer; que así sea. ¿Lo entiendes, no?
Riko quedó callado unos instantes, asimilando la franqueza del medio escualo y tratando de ordenar sus ideas.
—Lo entiendo, pero esperemos no llegar a eso, ¿eh?
Era cierto que aquellos tipos le habían secuestrado y encarcelado pero, con el tiempo que había pasado con ellos había llegado a casi comprender sus motivos, por lo que no podía culparles tanto como le gustaría.
—Y espero que no les hayas dicho lo mismo a ellos sobre mí. — Dijo el joven, clavando sus ojos azules en los del amejin.
Unas antorchas ayudaban a sus inexpertos ojos a guiarse en la oscuridad que proporcionaba la frondosidad de aquellos bosques del Paraje del Bambú, permitiéndole ver a algo más que un palmo de su frente.
De repente el Kaguya notó que una presencia se acercaba a una posición, ansioso, o al menos eso aparentaba por sus pasos.
—Si las cosas se ponen feas, y ellos tienen que caer; que así sea. ¿Lo entiendes, no?
Riko quedó callado unos instantes, asimilando la franqueza del medio escualo y tratando de ordenar sus ideas.
—Lo entiendo, pero esperemos no llegar a eso, ¿eh?
Era cierto que aquellos tipos le habían secuestrado y encarcelado pero, con el tiempo que había pasado con ellos había llegado a casi comprender sus motivos, por lo que no podía culparles tanto como le gustaría.
—Y espero que no les hayas dicho lo mismo a ellos sobre mí. — Dijo el joven, clavando sus ojos azules en los del amejin.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»