31/12/2018, 18:53
Esa era una buena pregunta. Porque la muerte era, precisamente, el recuerdo que quería dejarle.
—Hanabi es un gran aficionado a los pergaminos con sorpresa —habló. Y seguiría hablando y escuchando durante un buen rato. El máximo tiempo posible. Solo para engañar su mente un poco más. Solo para no tener que empezar a asumir que no volvería a ver a su Hermano. Ni a oír sus quejas. Ni sus exabruptos. Nunca… más—. Cuando Yui le mandó un mensaje con un tsunami sellado en él, lo consideró una chiquillada. —Ni una afrenta a su honor, ni un ataque de guerra… Hanabi había tratado de dejarlo en una simple anécdota—. Quería dejarle el mismo mensaje, en un pergamino escondido bajo la superficie de su sucio asiento de Uzukage. Y cuando se sentase… —La condición impuesta para que el pergamino se activase—, ¡boom! Por desgracia no poseo una técnica ígnea capaz de matarle, pero al menos le dejaría un bonito recuerdo en forma de quemaduras. Una pequeña muestra de lo que le pasó a Zoku… —Y lo que le pasaría a él. Tarde o temprano.
Lo juraba, lo juraba, lo juraba…
—Pero no pasa nada —¿Qué aquel plan no funcionaba? Pues pasaba al siguiente. Plan B:—. Dejaré un clon para hacer otra cosa…
¿Qué aquel tampoco funcionaba? Plan C: sellar una técnica en un uzujin que se activase al ver a Hanabi. ¿Qué tampoco? Plan D: convencer a Daruu para que le teletransportase de vuelta a Uzu, cuando Hanabi ya se sintiese seguro, cuando ya se hubiese confiado… ¿Qué no resultaba? Plan E. Plan F. ¡Plan G! Una a una sus ideas iban desglosándose en su mente. Todas con el mismo final. Todos con el chillido de Hanabi oyéndose entre el fuego.
—Hanabi es un gran aficionado a los pergaminos con sorpresa —habló. Y seguiría hablando y escuchando durante un buen rato. El máximo tiempo posible. Solo para engañar su mente un poco más. Solo para no tener que empezar a asumir que no volvería a ver a su Hermano. Ni a oír sus quejas. Ni sus exabruptos. Nunca… más—. Cuando Yui le mandó un mensaje con un tsunami sellado en él, lo consideró una chiquillada. —Ni una afrenta a su honor, ni un ataque de guerra… Hanabi había tratado de dejarlo en una simple anécdota—. Quería dejarle el mismo mensaje, en un pergamino escondido bajo la superficie de su sucio asiento de Uzukage. Y cuando se sentase… —La condición impuesta para que el pergamino se activase—, ¡boom! Por desgracia no poseo una técnica ígnea capaz de matarle, pero al menos le dejaría un bonito recuerdo en forma de quemaduras. Una pequeña muestra de lo que le pasó a Zoku… —Y lo que le pasaría a él. Tarde o temprano.
Lo juraba, lo juraba, lo juraba…
—Pero no pasa nada —¿Qué aquel plan no funcionaba? Pues pasaba al siguiente. Plan B:—. Dejaré un clon para hacer otra cosa…
¿Qué aquel tampoco funcionaba? Plan C: sellar una técnica en un uzujin que se activase al ver a Hanabi. ¿Qué tampoco? Plan D: convencer a Daruu para que le teletransportase de vuelta a Uzu, cuando Hanabi ya se sintiese seguro, cuando ya se hubiese confiado… ¿Qué no resultaba? Plan E. Plan F. ¡Plan G! Una a una sus ideas iban desglosándose en su mente. Todas con el mismo final. Todos con el chillido de Hanabi oyéndose entre el fuego.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado