Tu alma triste y oscura

[Uchiha Datsue]

Ah, ¿no? ¿No lo había visto? ¿O es que simplemente quería proteger al verdugo? ¿Se había tratado de Yubiwa todo aquel tiempo? ¿Estaban de algún modo confabulados? Qué estúpido, creía haber aprendido algo de después de lo de Zoku, pero en realidad estaba igual de perdido y confuso. Dejándose liar… Dejándose engañar como un crío de tres años.

Calló cuando Shukaku le replicó con que él hacía lo mismo: mentir y engañar a su conveniencia. Era cierto, sí, pero nunca con algo tan grave como la muerte de alguien. Había limites que no había que traspasar.

—Gran Shukaku, ¿huh? —escupió con un tinte irónico y rabioso—. El mismo que necesita que su hermanito Kurama haga todo por él, ¿eh? ¡JAJAJA! —fue una risa cabreada e hiriente—. ¡Anda, no me jodas! ¡Sí estás deseando que Kuramita venga a salvarte como a Kokuo y comerle la polla en agradecimiento! —¿El gran Shukaku? ¡El gran comepollas, eso es lo que era! ¡Y estaba harto, harto, de sus putas mentiras y sus continuas torturas!

Su Hermano tenía razón: tenía que buscar la forma de someterlo. De aplastarlo bajo su sandalia y no dejarle ni respirar hasta concederle permiso. La cuestión era: ¿cómo?