7/01/2019, 00:07
—Intento de... ¿intento? ¿Intento de qué? —preguntó Daruu, indignado—. ¡Kokuo! Te he reconocido por tu nombre, estoy aquí, hablando contigo, intentando entenderte. Intentando que nos entendamos —dijo, gesticulando con las manos y señalándola a ella y a sí mismo—. Estoy aquí, diciéndote que no me importa dejarte totalmente libre, a cambio de que no intentes salir del cuerpo de Ayame y matarla en el proceso a cada rato. ¡Es lo único que estoy intentando!
Daruu suspiró y bajó la mirada.
—Pero déjalo. Ya pensaba yo que era un gilipollas iluso. No voy a borrar siglos de rencor con un par de palabras bonitas. Nunca confiarás en nosotros. Y si no confías en nosotros, no podremos confiar en ti... —Daruu se levantó, y comenzó a alejarse por el pasillo—. Se me acaba el tiempo. ¡Ayame! Hoy no hemos podido hablar. Pero sigo pensando en ti, ¿vale? Te quiero...
Pom. El portón se cerró.
Daruu suspiró y bajó la mirada.
—Pero déjalo. Ya pensaba yo que era un gilipollas iluso. No voy a borrar siglos de rencor con un par de palabras bonitas. Nunca confiarás en nosotros. Y si no confías en nosotros, no podremos confiar en ti... —Daruu se levantó, y comenzó a alejarse por el pasillo—. Se me acaba el tiempo. ¡Ayame! Hoy no hemos podido hablar. Pero sigo pensando en ti, ¿vale? Te quiero...
Pom. El portón se cerró.