7/01/2019, 01:23
Kori se encogió de hombros y dejó de mirarla. En su lugar, clavó la misma mirada en la pared del fondo de la celda. No sabría decir cual de las dos cosas era más inquietante.
—No, he venido a ver a mi hermana —afirmó, incapaz de detectar la intencionalidad subyacente de las palabras de los demás, como siempre—. Bueno, o a que ella me vea a mí. Sé que está ahí, en alguna parte, de modo que quiero recordarle que su familia no se ha olvidado de ella.
»Aunque Padre no va a bajar aquí. Quizás es mejor que no lo haga.
—No, he venido a ver a mi hermana —afirmó, incapaz de detectar la intencionalidad subyacente de las palabras de los demás, como siempre—. Bueno, o a que ella me vea a mí. Sé que está ahí, en alguna parte, de modo que quiero recordarle que su familia no se ha olvidado de ella.
»Aunque Padre no va a bajar aquí. Quizás es mejor que no lo haga.