7/01/2019, 22:26
Reiji había terminado su cometido con la limpieza de la clase B3, e incluso había sido tan amable de colocar, por orden alfabético, los exámenes que ahora reposaban en la mesa del profesor bien situados. Sin duda Reiji sabía lo que hacía, así que, por último, solo quedaba limpiar la B4 para terminar con su misión.
Mido apareció de nuevo, con bolsas de basura en sus manos. No dijo nada a Reiji, pero asintió levemente y con una sonrisa, símbolo de que lo estaba haciendo bien.
Por su parte, cuando llegase al aula B4, encontraría el lugar bastante más polvoriento que el anterior, signo de que no se había usado en bastante tiempo, y limpiado incluso menos: había por lo menos dos capas de polvo, incluso el suelo parecía haber cambiado de color. Las mesas y las sillas —éstas últimas no muy bien colocadas— también estaban sucias, pero no era una suciedad hecha a propósito, quizá solo era que se había abandonado el aula por desuso.