Este foro utiliza cookies
Este foro utiliza cookies para guardar tu información de inicio de sesión si estás registrado, y tu última visita si no lo estás. Las cookies son pequeños documentos de texto guardados en tu ordenador; las cookies establecidas por este foro sólo pueden ser utilizadas en este mismo sitio y no poseen riesgos de seguridad. Las cookies de este foro también llevan un registro de los temas que has leído y cuándo fue la última vez que los leíste. Los administradores NO tienen acceso a esta información, sólo TU NAVEGADOR. Por favor confirma si aceptas el establecimiento de estas cookies.

Se guardará una cookie en tu navegador sea cual sea tu elección para no tener que hacerte esta pregunta otra vez. Podrás cambiar tus ajustes sobre cookies en cualquier momento usando el link en el pie de página.
Otoño-Invierno de 221

Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
#22
Ranko sonrió al escuchar el nombre del peliblanco, así como su nivel de ninja principiante.

Mu-mucho gusto, Hana… Hanamura-san. —dijo, dedicándole una pronunciada inclinación de la cabeza.

Entonces, varios cabos se ataron mágicamente en la parte de atrás de su cabeza. Su mente viajó al pasado de repente. Sus padres solían codearse con otras familias adineradas, o tener cenas donde se trataban acuerdos comerciales, inversiones y cosas de adultos que no eran de ninjas. Aunque eran temas que no interesaban para nada a las hermanas Sagisō, sus padres les hacían estar presentes en varios eventos similares.

Aunque intentaba no hacerlo, a veces era inevitable escuchar los rumores que algunos llevaban a su padre, o los rumores que él mismo repetía. Komachi solía sonreír y decir “¿De veras?” al escuchar los chismes, mas nunca los propagaba, pues la mayoría de las veces era información inútil. Por el contrario, Kizaemon apreciaba cualquier pedacito de conocimiento, fuese verdadero o falso. Uno de esos rumores era el de un niño de comportamiento algo raro que hacía un tiempo había sido traído a la aldea desde un “tenebroso” pueblo lejano.

Dicen que el lugar se llamaba Hanamura, ¡nunca había escuchado de tal sitio! Pobre pequeño, tiene suerte de haber sido acogido por la Noble Kusagakure… —Había dicho su padre en alguna reunión. El resto de los adultos expresaba lástima, una lástima vacía y automática. Como si encontrasen un animal moribundo y lo dejaran morir mientras expresan cuán lindo sería que no muriese. Komachi solo bebió un poco más de su sake. Ranko bajó la mirada, no queriendo cruzarla con alguna de esas personas.

Estoy segura —le había susurrado Kuumi en ese momento, después de un codazo no muy discreto — que todos esos lelos ricos huirían de ese niño. ¡Yo lo retaría para probar su fuerza! ¡Si es digno, que se quede en Kusa, sin importar de dónde venga!

”¿Será… él?” pensó Ranko, regresando a la banca del jardín después del viaje en su memoria ”Sería mucho muy incómodo y maleducado sacar el tema… ¡Pero él acaba de mencionar unirse a la villa! Estaría bien, ¿no?”

Yo… ejem… Yo también soy… una genin —se encogió de hombros, sin apartar la mirada del suelo —. Las fresas. Digo… Me gustan las fresas con avena. Digo… La avena con fresas. Y con bananas. Son… No sabe tan… dulce. Creo —Su corazón tomaba velocidad de nuevo. Si alguien los viera, tal vez podría intuir que estaban en una cita o algo similar, dada la manera en la que Ranko estaba reaccionando (y su rostro enrojeciéndose) —. Ehm… Di-di-disculpe, pero... Ha-Hanamura-san dijo que desde… Cuando… Desde que se unió a… a…

Su cara era ahora carmesí. Cerró los ojos y negó con fuerza mientras sus manos asían con fuerza el borde del banco y sus rodillas temblaban de la vergüenza.

¡L-l-lo siento! El lugar del que venga n-n-no es de mi incumbencia. ¡Di-disculpe mi indiscreción!

Si lo pensaba bien, era posible que Kazuma no se molestase por tal pregunta, pues ya había demostrado que era alguien calmado. Pero Ranko no podía pensar en ello. Solo podía pensar en que uno no puede ir por ahí, preguntándole a todos dónde nacieron.
Pensamientos (Plum) Diálogos (PaleVioletRed)


  • Ranko


  • Meme

  • Suzume

Responder


Mensajes en este tema
RE: Los poetas ocultos entre la hierba - por Sagiso Ranko - 8/01/2019, 22:33


This forum uses Lukasz Tkacz MyBB addons.