10/01/2019, 00:54
Ryū, más alto sentado que Kaido de pie, le miró a los ojos.
—Sí, pero vas a tener que buscarte otro objetivo. Porque cuando lo vea… —No tuvo necesidad de terminar la frase.
—Es una mala idea —se reiteró la Anciana, muy opuesta a que Ryū emprendiese aquel viaje—. ¿Qué ocurrirá si Uzu nos descubre y ataca mientras tú estás fuera? ¿O si en Kasukami notan tu ausencia y se animan arremeter contra nosotros y el botín que hemos acumulado durante años? Podríamos perderlo todo, Ryū. Tienes que recordar que eres nuestro muro de contención.
—¡Juuuuuujujujuju! No tengas miedo, obāsan. Que para eso me quedaré yo aquí, para cortarle la mano a cualquiera que intente tocar lo nuestro.
—Deberíamos votar esto —replicó la Anciana, no muy convencida con dejar todo en manos de Shaneji—. ¿A favor de que Ryū se quede y sea Masumi —Muñeca entrecerró los ojos al oír su verdadero nombre— quien vaya?
—En contra —se negó Ryū, con las venas del cuello hinchadas y el ceño fruncido. Miró retador al resto.
Otohime fue incapaz de mantenerle la mirada. Así que, agachando la cabeza, dijo, en voz baja:
—A favor.
Kyūtsuki se lo dijo —con máscara de por medio— a la cara.
—A favor.
—¡Juuuujujujuju! —Shaneji parecía tener la decisión de su vida ante sus ojos. Por un lado, probar qué tal le sentaba el trono. Por otro, joder a Ryū—. En contra —decidió finalmente.
—Money quiere lo mejor pa’ su money, papi. Y usted sabe cómo funciona —parecía estar excusándose—. A favor.
Sin dar crédito, Ryū depositó sus ojos en Muñeca. Y, por primera vez en su vida, esta…
—A favor.
… votó lo opuesto a él. Ryū se levantó de golpe, tan grande que hacía parecer la cueva pequeña. Masticó sus palabras con lentitud:
—Esto es de necios.
—¡Juuuujujujuju! —Shaneji podía haber perdido su votación, pero se relamía los labios con la contrariedad que se reflejaba en el rostro de Ryū—. Jode cuando no sale lo que quieres, ¿eh? ¡JUUUUUUJUJUJUJUJU!
—Sí, pero vas a tener que buscarte otro objetivo. Porque cuando lo vea… —No tuvo necesidad de terminar la frase.
—Es una mala idea —se reiteró la Anciana, muy opuesta a que Ryū emprendiese aquel viaje—. ¿Qué ocurrirá si Uzu nos descubre y ataca mientras tú estás fuera? ¿O si en Kasukami notan tu ausencia y se animan arremeter contra nosotros y el botín que hemos acumulado durante años? Podríamos perderlo todo, Ryū. Tienes que recordar que eres nuestro muro de contención.
—¡Juuuuuujujujuju! No tengas miedo, obāsan. Que para eso me quedaré yo aquí, para cortarle la mano a cualquiera que intente tocar lo nuestro.
—Deberíamos votar esto —replicó la Anciana, no muy convencida con dejar todo en manos de Shaneji—. ¿A favor de que Ryū se quede y sea Masumi —Muñeca entrecerró los ojos al oír su verdadero nombre— quien vaya?
—En contra —se negó Ryū, con las venas del cuello hinchadas y el ceño fruncido. Miró retador al resto.
Otohime fue incapaz de mantenerle la mirada. Así que, agachando la cabeza, dijo, en voz baja:
—A favor.
Kyūtsuki se lo dijo —con máscara de por medio— a la cara.
—A favor.
—¡Juuuujujujuju! —Shaneji parecía tener la decisión de su vida ante sus ojos. Por un lado, probar qué tal le sentaba el trono. Por otro, joder a Ryū—. En contra —decidió finalmente.
—Money quiere lo mejor pa’ su money, papi. Y usted sabe cómo funciona —parecía estar excusándose—. A favor.
Sin dar crédito, Ryū depositó sus ojos en Muñeca. Y, por primera vez en su vida, esta…
—A favor.
… votó lo opuesto a él. Ryū se levantó de golpe, tan grande que hacía parecer la cueva pequeña. Masticó sus palabras con lentitud:
—Esto es de necios.
—¡Juuuujujujuju! —Shaneji podía haber perdido su votación, pero se relamía los labios con la contrariedad que se reflejaba en el rostro de Ryū—. Jode cuando no sale lo que quieres, ¿eh? ¡JUUUUUUJUJUJUJUJU!
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado