11/01/2019, 03:04
Al día siguiente, los miembros del grupo desayunaron juntos. Todos salvo Kyūtsuki, que ya se había ido, y Shaneji, que probablemente se había quedado durmiendo hasta tarde. Eso sí, cada uno se hacía lo suyo, y tampoco es que hubiese gran cosa en el almacén que le enseñó Otohime. Mucha comida enlatada, poca verdura, nada de fruta… Lo mínimo para llenar el estómago. Todo el mundo se quejaba de ello, pero nadie —salvo Otohime cuando hacía salidas— le buscaba solución.
Kaido presenció cómo Muñeca abrazaba a Otohime al despedirse y cómo iba a la habitación de Shaneji a decirle adiós. Abrazó también a Ryū, pero este tan solo le devolvió un gruñido, sin prestarle atención, mientras se ponía gafas de cerca —era muy cómico verle así— para leer un enorme pergamino que tenía entre las manos.
Tras salir en barca, los pasos de Kaido y Muñeca se dirigieron al pueblo. Allí era donde se encontraba Money, y allí sería su primera parada para recoger fondos para el viaje.
—En realidad Zaide no da tanto miedo como dicen, ¿sabes? —comentó Muñeca, con voz aguda y triste. Se le notaba alicaída por tener que salir de viaje, pero al mismo tiempo, determinada en hacerlo bien—. Cuando yo salí a matarle, la mayoría de las veces se escondía detrás de sus amigos y siempre terminaba huyendo. La única vez que se quedó a luchar yo… —Ella le había matado. Bueno, Katame, mientras ella le distraía. El problema era que, de alguna forma, no había sido así.
Por mucho que lo pensase, y le diese vueltas, no entendía el cómo. Recordaba perfectamente a Katame atravesándole con su katana. Su cadáver inerte. ¿Cómo era posible que siguiese vivo?
Kaido presenció cómo Muñeca abrazaba a Otohime al despedirse y cómo iba a la habitación de Shaneji a decirle adiós. Abrazó también a Ryū, pero este tan solo le devolvió un gruñido, sin prestarle atención, mientras se ponía gafas de cerca —era muy cómico verle así— para leer un enorme pergamino que tenía entre las manos.
Tras salir en barca, los pasos de Kaido y Muñeca se dirigieron al pueblo. Allí era donde se encontraba Money, y allí sería su primera parada para recoger fondos para el viaje.
—En realidad Zaide no da tanto miedo como dicen, ¿sabes? —comentó Muñeca, con voz aguda y triste. Se le notaba alicaída por tener que salir de viaje, pero al mismo tiempo, determinada en hacerlo bien—. Cuando yo salí a matarle, la mayoría de las veces se escondía detrás de sus amigos y siempre terminaba huyendo. La única vez que se quedó a luchar yo… —Ella le había matado. Bueno, Katame, mientras ella le distraía. El problema era que, de alguna forma, no había sido así.
Por mucho que lo pensase, y le diese vueltas, no entendía el cómo. Recordaba perfectamente a Katame atravesándole con su katana. Su cadáver inerte. ¿Cómo era posible que siguiese vivo?
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado