11/01/2019, 18:26
Eri no tuvo que esperar mucho para ser recibida, así fue como un hombre de una edad algo avanzada, calvo y con una grisácea barba algo quemada y enfundado en una armadura de aspecto ligero y de cuero salió de la forja, con un martillo que se echó al hombro como si aquello no costase nada. Ella, sin embargo, mantuvo la compostura, aunque si Nabi había estado atento, la habría visto retroceder un poco.
— ¿Quiénes sois?
—Buenas tardes, señor, somos los ninjas enviados desde Uzushiogakure, mi compañero es Inuzuka Nabi y su acompañante se llama Stuffy, ambos son expertos en el arte del rastreo —indicó señalando a la pareja—. Yo soy Uzumaki Eri, jounin de Uzushiogakure y experta en técnicas de sellado.
Hizo una breve inclinación de cabeza.
—Venimos por una misión, estamos buscando al señor Tetsuya Kajiya-san.
— ¿Quiénes sois?
—Buenas tardes, señor, somos los ninjas enviados desde Uzushiogakure, mi compañero es Inuzuka Nabi y su acompañante se llama Stuffy, ambos son expertos en el arte del rastreo —indicó señalando a la pareja—. Yo soy Uzumaki Eri, jounin de Uzushiogakure y experta en técnicas de sellado.
Hizo una breve inclinación de cabeza.
—Venimos por una misión, estamos buscando al señor Tetsuya Kajiya-san.